El Real Madrid impuso su 'chapa', eliminó al PSG y avanzó a cuartos de la Champions
El Real Madrid se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones tras volver a derrotar al PSG, esta vez por 2-1 en París. El actual campeón de Europa impuso su jerarquía con una extraordinaria exhibición, donde el rival no contó con su mejor jugador.
Cristiano Ronaldo adelantó al Real Madrid, Edinson Cavani empató con fortuna y Casemiro sentenció el triunfo blanco ya en plena exhibición del conjunto visitante, que por momentos humilló a su rival.
El choque nació con la ventaja 3-1 del equipo de Zinedine Zidane obtenida en la ida. Se esperaba más del PSG de los petrodólares, pero cedió ante un Real Madrid mucho más armado, seguro y preparado para las grandes citas. Zidane superó muy claramente a Unai Emery, el técnico local, quien salió seriamente dañado.
El inicio del partido ya fue sorprendente. El club francés había calentado el duelo en la previa y preparado una caldera en el Parque de los Príncipes, pero el PSG, lejos de ofrecer una salida en tromba, actuó como si tuviera un resultado que proteger.
Por supuesto, en ese comienzo, y en el posterior desarrollo del choque, tuvo que ver notablemente el Real Madrid, que tuvo una puesta en acción como se espera del campeón de Europa. No extrañó a los lesionados Kroos y Modric, y con Marco Asensio y Lucas Vázquez en las alas, más la solidaridad colectiva, se adueñó del choque. Lo gobernó con autoridad durante toda la primera parte con Casemiro y Kovacic como ejes.
Las ocasiones no abundaron antes del descanso, pero el Real Madrid siempre estuvo más cerca del gol y suyas fueron las opcione más claras. Primero, con un remate de Sergio Ramos que abortó Areola (m.18); y después, y más importante, un mano a mano que desperdició Benzema ante el arquero local (m.38).
Con Neymar curando su tobillo, el PSG sólo tuvo a Mbappé, protagonista de un remate que sacó Keylor Navas en un ataque aislado de su equipo, descosido tanto en defensa como en ataque. Y lo que es más importante: sin corazón. Justo lo que había pedido su técnico, Unai Emery, en la víspera del choque. El intermedio llegó con la sensación de que la eliminatoria ya iniciaba su viaje a Madrid.
El PSG sugirió una mayor ambición en el inicio de la segunda parte, pero pronto se disipó cualquier duda. A los 51 minutos, cuando se adelantó el Real Madrid. Todo nació de una pérdida de pelota de Dani Alves y lo que siguió fue una obra de arte. Marco Asensió condujo y puso un pase genial hacia Lucas Vázquez, quien asistió para el vuelo de Cristiano Ronaldo. Magnífico gol del portugués, uno más.
Ahí se acabó toda la emoción y lo que siguió fue un recital del campeón de Europa. Además, Marco Verratti se autoexpulsó a los 66 minutos para dejar al PSG en inferioridad. En todos los sentidos.
Si el conjunto francés logró un gol fue por puro azar. A los 71 minutos marcó Edinson Cavani porque le rebotó el balón, no porque rematara. Pero ni siquiera eso inquietó al Real Madrid, que siguió bailando a su rival.
Hubo justicia en el marcador a los 80 minutos, también con un afortunado tanto. En este caso a favor del conjunto blanco. Casemiro disparó, el balón tropezó en un defensor y se introdujo en el arco de un desesperado Areola.
El Real Madrid se marchó de París con la autoestima por las nubes y dejó hundido al PSG, que una vez más vio cómo únicamente con montañas de dinero no se construye un equipo ganador. Fracasó y nadie da nada por la continuidad de Emery. Todo lo contrario que el campeón de Europa, gigante en la Liga de Campeones.