“Podemos pensar en una Copa del Mundo de 48 equipos que sería de hecho con un formato de 32 equipos, porque hemos visto que el formato ideal es de 32 equipos”, explicó Infantino en diálogo con AFP.

Y precisó: “La idea sería que los 16 mejores equipos en las clasificaciones entraran directamente en la fase de grupos y los otros 32 equipos disputaran un partido de repesca que clasificaría a cada vencedor”.

“Así se abren más oportunidades a más equipos. Además no hay inconvenientes en el calendario porque estos partidos se jugarían antes del Mundial en lugar de los partidos amistosos. Desde el punto de vista de la promoción del fútbol, serían 16 finales antes de comenzar de verdad la fase de grupos, verdaderos partidos decisivos para determinar estos 16 equipos”, añadió Infantino.

Ya en su programa como candidato a la presidencia de la FIFA, el ítalo-suizo propuso un formato de Mundial con 40 selecciones. Para él, este proyecto del Mundial de 48 equipos “será realmente tratado el 13 y el 14 de octubre, durante el próximo consejo de la FIFA. Es un proyecto, una idea, como la Copa del Mundo a 40, que está todavía sobre la mesa, con grupos de cuatro o de cinco equipos”.


Decisión el próximo año


“Tomaremos una decisión el próximo año, habrá que ver el impacto que va a tener para el fútbol a nivel mundial”, indicó. En un formato de 48 equipos “los países que se clasifican siempre no tendrán ningún problema, aquellos que se clasifican una vez de cada dos o los que están al límite tendrán la posibilidad de clasificarse para el torneo”.

Si algunos expertos detectaron un descenso en el nivel deportivo durante la Eurocopa de Francia 2016 debido a que se amplió a 24 equipos, cree que un Mundial de 48 equipos supondrá “un aumento del nivel deportivo; con un partido de clasificación los mejores pasan”.

“Se habla mucho de este descenso del nivel deportivo, en mi opinión el nivel deportivo de la Eurocopa no fue peor, al contrario. Hubo equipos que no imaginábamos que eran tan fuertes, el nivel fue muy alto”, continuó.

Elegido en febrero para suceder a otro suizo, Joseph Blatter, que dejó el cargo debido al peor escándalo de corrupción en la historia de la FIFA, el antiguo brazo derecho de Michel Platini subrayó el trabajo realizado “con la nueva secretaria general de la FIFA, Fatama Samoura, como en el desarrollo del fútbol femenino” y la integración de antiguos jugadores como Zvonimir Boban, secretario general adjunto, o Marco Van Basten, en la dirección de desarrollo técnico.

“Fui elegido con un programa de reformas, creo mucho en estas reformas y en adoptarlas”, subrayó Infantino, felicitándose por las medidas creadas en el cuadro de “la buena gobernanza y la transparencia en los flujos financieros”.


¿Y el escándalo en FIFA?


Sobre las acusaciones contra él en sus primeros meses de mandato -fue declarado inocente por la comisión de ética-, Infantino explicó que “se puede cambiar la FIFA si se cambia la cultura, hay personas a las que estos cambios no han gustado y me han atacado, como a la organización”.

Infantino fue investigado por varios billetes de avión y una disputa contractual entre el italo-suizo y la FIFA, pero la comisión de ética consideró que no había violado el código de la institución.

Sobre esto, concluyó: “No robo, no me aprovecho y no hago trampas y no permitiré a nadie en esta organización hacerlas”.