En la región de Rivne, Ucrania, se jugaba la final de la Supercopa entre Odek y Mayak, que ganaba 2 a 1. El juez cobró una falta y se armó una revuelta.

El árbitro estaba rodeado por los jugadores y de la nada apareció un sustituto y le dio un puñetazo en plena cara.

Después de que el árbitro se levantó, dio marcha atrás en su decisión de sanción, dio ganador al Mayak y fue atacado por el otro equipo.

¡Escándalo!