A 100 días del Mundial, se dio a conocer una noticia que dejó boquiabierto al mundo del fútbol. La misma tuvo especial rebote en Gran Bretaña y en el país organizador, Rusia. Un conflicto político entre los mencionados pone en riesgo la presencia de Inglaterra en la Copa del Mundo.

En cuestión, Boris Johnson, ministro de Relaciones Exteriores británico, advirtió que Inglaterra podría bajarse de la Copa del Mundo si se se comprueba que Rusia ordenó envenenar al espía Sergei Skripal, condenado por traicionar a colegas ante la inteligencia británica.

Skripal sufre una misteriosa enfermedad producto de "una sustancia desconocida". Si se confirma que Moscú -la capital rusa- estuvo detrás de este episodio, hay riesgo de que el equipo dirigido por Gareth Southgate no viaje a la cita mundialista por su propia seguridad.