A pocos hinchas de River se les podía ocurrir que Enzo Pérez podía jugar de marcador central, o ver fuera de un equipo alternativo a Zucculini o Moreira. 

Sin embargo Marcelo Gallardo no es un hombre que se aferra a las costumbres y no duda en dar un golpe de timón si las circunstancias lo exigen.

Pero aun es temprano y hay tiempo para más pruebas antes de que un River con siete titulares sin poder jugar se presente por el torne local.