Esequiel Barco acababa de ponerle la rubrica al resultado, de penal, 2-0 para River ante Fluminense en un partido clave del Grupo D de la Copa Libertadores. Y Miguel Borja se lo gritó en la cara a Felipe Melo, que durante el partido gritó, se enojó, cargó a los de River y terminó buscado por la policía en el Monumental. 

El delantero colombiano ingresó a los 37 minutos del segundo tiempo por Lucas Beltrán, autor del primer tanto de los de Demichelis. No hizo mucho pero con el festejo en la cara del polémico defensor brasileño, se ganó el cariño de los hinchas.