Después de hacerse notar por gritarle en la cara a Nicolás De La Cruz al pelear una pelota sobre el lateral, Felipe Melo consiguió lo que quiso: tener un duelo aparte con los hinchas que colmaron el estadio Monumental.

Cada vez que recibió la pelota fue silbado e insultado desde los cuatro costados, protagonizando el rol del ‘malo de la película’ que tanto le gusta interpretar.

Pero como suele pasar, estos aspavientos terminan jugándole en contra a quienes lo realizan. Melo se excedió al final del encuentro, hizo el gesto de la ‘gallinita’ hacia la hinchada riverplatense cuando se retiraba del campo de juego tras la derrota y quedó en la mira de un fiscal que actuó de oficio.

Finalmente, la Policía de la Ciudad fue a buscar al futbolista al vestuario del equipo visitante para labrarle un acta por incitación a la violencia.

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