El gesto de Tévez que irritó al banco de Independiente
Como en el potrero cuando hay gente fuera de la cancha gritando cosas, el Apache pareció olvidarse que estaba disputando un partido de primera división y respondió con lo primero que le salió.
Hay gestos que lo dicen todo. No es necesario cerrar el puño y dejar el dedo medio extendido para insultar a alguien. Mandarlo a callar dando a entender que sus palabras no valen nada también es un gesto descomedido.
Tévez lo sabe, y no le importó. No le importó sabiendo que las cámaras están permanentemente encima de él, y menos aun teniendo en claro que después de una jugada confusa en el área iba a tener un plano corto siguiéndolo.
Cuando chocó con Barreto buscando forzar un penal íntimamente tenía en claro que no había habido falta y que los reclamos del banco de suplentes rojo eran esperables. Lo que no estaba previsto es que les respondiera de esa forma.