Desde hace días, en Nanterre, Francia, el clima social está picantísimo por la muerte de un joven -de hombre Nahel- a manos de la policía en un control policial. Tal reportan los medios, “en un principio los agentes acusaron a la víctima de haber atropellado a uno de ellos, pero un vídeo que circula por las redes sociales desmintió esta versión”. 

Gatillo fácil, policía plantando un arma… de eso sabemos en estas tierras pero poco se habla cuando sucede en Estados Unidos o Francia. Bueno, esta vez el caso explotó y la sociedad lo condenó; y esas manifestaciones llegaron al fútbol, jugadores de la Selección como Mbappé y Koundé se pronunciaron. Pero el que sorprendió con su mensaje, claro y contundente, fue el joven Aurélien Tchouameni, que publicó una notable carta abierta en sus redes sociales. 

"Nahel podría haber sido mi hermano pequeño. Y me rompe el corazón cuando escucho a su madre porque es la voz de mi madre la que escucho. No haremos historia y no cambiaremos el mundo en las redes sociales... pero me gustaría entender por qué durante años mueren jóvenes durante controles policiales que parecen triviales. Comprender por qué el gatillo parece mucho menos pesado cuando se trata de cierto tipo de personas. Entender por qué tuvo que salir un vídeo para que no se tapara el caso. Comprender por qué algunos buscan enfrentar a Nahel y Lola, como si uno solo pudiera apenarse por uno u otro. 

Y cerró: "Entender también por qué algunos periodistas se divierten con insinuaciones absurdas y suscitan odio. El odio que das a los niños pequeños jode a todo el mundo. El odio amenaza con dividirnos. Puede hacernos olvidar que la gran mayoría de los policías realizan su misión con respeto a los derechos fundamentales y, a veces, en condiciones muy difíciles". 

Sobre racismo también 

El joven de 23 años intervino en sus redes ya que después de publicar este mensaje sobre racismo en el mundo -"La hipocresía de algunos sobre el racismo, es realmente algo gordo (fuerte). Doble vara de medir"- un usuario entendió que se refería a Vinicius, jugador negro también, brasileño y compañero en el Real Madrid. Pero él lo ubicó enseguida.