Dentro de diez o quince años las canchas argentinas se llenarán de arqueros que en su infancia soñaron con ser Emiliano Martínez, quien marcó una época en el arco de la selección nacional.

Del Dibu no solo se recuerdan sus espectaculares atajadas sino también sus juegos psicológicos y sus festejos expansivos, que le hicieron ganar unos cuantos enemigos entre los hinchas de otros países.

Pero vale destacar sus gestos de Fair Play para mostrar otra cara del arquero argentino, como el que tuvo con el ecuatoriano Alexander Domínguez, quien se derrumbó en el piso tras la derrota.