Post Mundial de Brasil, el Real Madrid continúa con su reestructuración.

La incorporación del costarricense Keylor Navas, quien se jugaba en el Levante, le costó al Merengue 10 millones de euros por su cláusula de recisión.

El arquero ya había anunciado que no iba a continuar en el equipo español y luego de su gran actuación durante el Mundial, en el que fue elegido como jugador del partido en tres oportunidades, despertó el interés de los grandes de Europa como el Atlético de Madrid y hasta el Bayern Munich.

Pero el equipo Merengue ni siquiera decidió negociar el precio del arquero de 27 años y al pagar la cláusula de recisión completa dejó fuera de competencia al resto de los equipos interesados.

El gran perjudicado de la operación es Diego López, arquero titular durante la última temporada, a quien el Real Madrid ya le busca equipo.