El agónico gol de Molina en la victoria de San Martín de San Juan ante a Quilmes
El partido terminó 1 a 0 a favor los locales. En tiempo de descuento, Molina ingresó por el segundo palo y selló el triunfo.
San Martín alcanzó un agónico triunfo ante Quilmes por 1 a 0, esta noche en San Juan, en un partido apenas discreto correspondiente a la 23ra fecha del campeonato de Primera División.
El gol sanjuanino fue convertido por Joaquín Molina cuando se jugaban los tres últimos minutos de los cuatro adicionados al final del encuentro, con una muy buena definición tras un centro cruzado de Maximiliano Lugo y una distracción defensiva de los quilmeños.
Victoria que se la puede considerar justa si se tiene en cuenta que el equipo local fue el que contó con las situaciones más claras para llegar del gol, dentro de un juego que mostró pocas llegadas peligrosas por ambos lados.
Lo mejor de la primera etapa se presentó a los 27 minutos cuando Ezequiel Montagna remató de lejos, obligando a César Rigamonti a que diera rebote, por lo que cargó Molina para tirar rasante contra el caño izquierdo del arco visitante, luciéndose el arquero al desviar al corner.
Sobre los 44 minutos se produjo la nota discordante de la apacible noche sanjuanina, cuando desde la tribuna cabecera, donde estaba ubicada la barra brava del 'verdinegro', lanzaron un potente petardo sobre el área quilmeña que le afectó el oído izquierdo al arquero Rigamonti, que luego de un par de minutos se recuperó y prosiguió el juego.
En el segundo tiempo San Martín salió decidido a llevarse por delante a su adversario y al minuto tuvo una clara jugada de gol con una entrada de Lugo, por derecha, cuyo remate fue despejado por Cristian Trombetta sobre la línea.
Dentro de sus limitaciones, el conjunto cuyano mantuvo su predominio en el juego hasta promediar el segundo período sumando otras situaciones favorables.
Quilmes lo equilibró y hasta le generó algún revolcón a Leonardo Conti a partir de los ingresos de Hernán Da Campo e Ignacio Bailone, que le otorgaron un mayor volumen de juego y sacando al equipo de su posición tan cautelosa.
Y cuando parecía que el empate era cosa juzgada, los dirigidos por Néstor Gorosito, que nunca bajaron los brazos, en tiempo de descuento encontraron el camino al éxito, prolongando su racha positiva con dos triunfos y un empate.
En cambio, Quilmes volvió a mostrar distracciones en la defensa que una vez más lo perjudicaron, tanto que en las últimas nueve jornadas, perdió ocho partidos y solo ganó uno.