Durísimo, un exjugador de Boca que echó Guillermo tiró más leña al fuego: ''Es un cagón''
En nota con un medio español, un exdelantero de Boca tuvo declaraciones explosivas al referirse al entrenador xeneize ¡Durísimo!
"No tuvo respeto y fue un cagón", disparó Daniel Osvaldo en nota con el diario Marca de España, al recordar su salida de Boca.
Sucedió en 2016 y así lo recordó el delantero: "Llegó Guillermo Barros Schelotto a entrenar a Boca, en Europa ni estuvo, salvo de vacaciones... Me echó por fumar en el vestuario. En la selección italiana fumaba, hasta el seleccionador podía acercarse a pedirme fuego. Si te molesta, vení y planteamelo cara a cara. Si quieres echar a un jugador, con la trayectoria que tenía yo cuando llegué a Boca, nos sentamos a tomar un café y que me diga 'busquemos la mejor forma para que salgas'". .
Hoy dedicado a la música con su banda Barrio Viejo -por eso la nota-, Osvaldo reveló intimidad de aquel vestuario xeneize: “Éramos 12 los que fumábamos y al que echaron fue a mí. Y él los veía, eh. Les decía que no se podía, nada más. A mí ni me dijo. Pero mejor que me estuviera fumando un cigarro en ese momento, porque si no le arranco la cabeza: me había sacado minuto y medio en el partido, como si tuviera 14 años".
Y anticipó: "Ahora a Tevez le está haciendo lo mismo, no se anima a echarlo y lo está provocando de forma sucia".
'Danistone', habló de todo, hasta de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
Sobre Messi: "No me gustaría ser él. Me gustaría jugar como él. Me cagaría a piñas con todo el mundo porque, pobrecito, ¡no tiene vida! Vive en una cárcel de oro. No podría estar aquí tomándose una copa. Quizás no le importa eso, a mí sí. A esos niveles no estás ni en tu casa". "La última vez que lo vi fue cuando le regalé el disco. No es amigo mío, pero sí es de esas personas agradables, que te abrazan y te transmiten buena energía. Me preguntó: "Che, ¿te dio por la música?". No me entendió yo creo, pensaría que estoy loco".
Sobre Cristiano Ronaldo: "No nació siendo un genio como Messi. Es una máquina, es más esfuerzo que talento, pero tiene el mismo valor. A Cristiano le gusta llegar a su casa y hacer 150 abdominales. A mí prender el fuego para hacer un asado".
Admitióa, el 9 que jugó en Fiorentina, Atalanta, Bologna, Roma, Lecce, Juventus, Inter, Southampton, Porto, y Espanyol, reflexionó acerca de lo más importante que le dio la pelota: "El fútbol me dio la posibilidad de ayudar a mi familia. De cumplir el sueño de decirle a mi viejo que no trabajase más. Me permitió viajar y conocer el mundo, cambiarme la cabeza y la vida. Me gusta la calle que me dio el fútbol, pero me quitó la libertad. Y mi libertad no tiene precio ni se negocia".