La detención del directivo se debió a que fue detectado mientras permitía el acceso al estadio de los barrabravas de su club. A tal efecto, la Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte) había dispuesto un operativo en el que, luego de comprobar que los malvivientes no tenían entradas para acreditar su ingreso a la cancha, se los dejaba fuera.

Sin embargo, esos inescrupulosos intentaron eludir la acción policial con la colaboración de Moronta, quien abrió otro portón y por ahí dejó que varios 'barras' ingresaran al estadio.

Imagen del encuentro entre Flandria y Douglas Haig

Al advertir la situación, la Aprevide detuvo al dirigente en cuestión –a quien otros empleados del club lo señalaron como el jefe de seguridad-, aplicando el artículo 5 de la ley 24.192 del Régimen Penal para la prevención y represión de la violencia en espectáculos deportivos.

"No tenemos complicidades con nadie", manifestó Juan Manuel Lugones, titular de la Aprevide, agregando que "ya sea barrabrava, dirigente, control de entradas, o lo que fuere, nosotros actuamos igual".

"Ayudamos a los dirigentes para terminar con el cáncer del fútbol que son las barras bravas, pero si hay un dirigente que se comporta como barra, lo vamos a tratar como tal", concluyó el funcionario de la seguridad deportiva bonaerense.