La sucursal de la confitería Pertutti, ubicada en la esquina de las calles Mitre y Sarmiento, en pleno corazón de Avellaneda y rodeada de colegios, fue el lugar elegido por Rodrigo De Paul para juntarse con sus amigos del barrio.

Al correrse la voz de su presencia un gran número de personas se empezó a concentrar en la puerta del local para pedirle fotos y autógrafos a lo que el ex Racing accedió de buen humor.

El problema surgió al momento de irse cuando, dada la marea de personas, el local debió pedir el auxilio de la Policía para que se pueda retirar.