La final se disputó en El Cairo y enfrentó a Ghana -finalmente el campeón- y Marruecos, que cayó 2 a 1 en el partido definitorio.

Mohamed Mubarak fue la figura de Ghana al marcar los dos goles del triunfo, a los 44' y 57' mientras que El Mustapha Hliouat marcó el único tanto para Marruecos.

Pero lo llamativo es que cuando finalizó el encuentro y los organizadores montaban el escenario para la premiación, los jugadores de ambos equipos empezaron a discutir entre ellos en una refriega que terminó con golpes y empujones.