Golden State Warriors dio el golpe en Boston, venció a los Celtics 103-90 y se coronó otra vez campeón de la NBA al liquidar la serie 4-2. Steph Curry volvió a brillar con 32 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, y se llevó el premio al Jugador Más Valioso de la final a sus 34 años.

Eso le preguntaron en conferencia de prensa y a Curry no le gustó: "Olvidate de eso... ¿por qué empiezas con esa preguntas? ¡Somos campeones!". El genial base se despachó con un discurso tremendo sobre el equipo.  

Lágrimas de emoción

Cuando a un minuto del final, el juego estaba sentenciado, Steph comenzó a caminar por la cancha con los brazos en la nuca, sonriendo; hasta que encontró a su padre y se fundió en un abrazo apretado que lo hizo llorar. Y después con sus compañeros, que le regalaron la pelota.:

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Los Warriors consiguieron su séptimo título de NBA, el cuarto en los últimos ocho años. Un jugador y un equipo para la historia.