Con el auge de las artes marciales mixtas en el ámbito deportivo, muchos seguidores comenzaron a comparar los torneos más importantes de diversas organizaciones con los combates que tenían lugar en el antiguo coliseo romano.

Mientras estos debates se desarrollaban en redes sociales y foros, en paralelo surgía una disciplina inesperada para la época. Lo que en un principio se consideraba una práctica recreativa, con el tiempo evolucionó hasta transformarse en un deporte extremo, regulado por normas estrictas y supervisado por árbitros encargados de garantizar la seguridad de los participantes.

Cómo es el crecimiento del Combate Medieval, el deporte que se sigue abriendo paso en todo el mundo

Este deporte busca recrear con la mayor fidelidad posible los combates medievales, utilizando armaduras pesadas, espadas y hachas. Las competencias varían en formato, desde duelos individuales hasta enfrentamientos masivos con cientos de participantes por bando. 

En Argentina, su desarrollo comenzó en 2012, cuando un grupo de entusiastas de la recreación histórica descubrió que, en otros países, la actividad se practicaba como un deporte de contacto con reglas definidas.

Nicolás García, uno de los pioneros en el país, relata que al principio solo se trataba de un pasatiempo entre amigos, pero pronto se dieron cuenta de que podían convertirlo en una disciplina competitiva. Luego de participar en eventos internacionales, trajeron la experiencia a Argentina y fundaron los primeros clubes, que con el tiempo se expandieron a lo largo del territorio. Actualmente, hay más de 20 equipos en el país.

Los entrenamientos son exigentes y se realizan varias veces por semana. Incluyen preparación física sin equipamiento y prácticas con la armadura completa, que añade un peso extra de aproximadamente 30 kilos. Además de la técnica con armas, los combatientes incorporan movimientos de artes marciales como el Krav Maga y el Jiu Jitsu para mejorar su rendimiento en el combate.

Las peleas pueden ser individuales o en equipo, con diferentes formatos según la cantidad de participantes. En los duelos uno contra uno, los puntos se obtienen al golpear al oponente con el arma, mientras que en las batallas grupales el objetivo es derribar a los rivales hasta que un equipo quede en pie. Para garantizar la seguridad, se han implementado protecciones obligatorias, reduciendo drásticamente las lesiones más comunes.

Si bien el deporte sigue en crecimiento, aún no existe una liga oficial en Argentina, aunque se realizan torneos nacionales y regionales. Nicolás García trabaja en la creación de la primera Liga Latinoamericana de Combate Medieval, con fechas en varios países. A nivel internacional, el dominio sigue estando en manos de potencias europeas como Rusia y Ucrania, pero el objetivo de los equipos argentinos es seguir mejorando su nivel y profesionalizar la disciplina.

Gracias al auge de la temática medieval en la cultura popular, con series como Game of Thrones o Vikings, el deporte ha captado la atención de más público. A través de transmisiones en streaming y documentales, los organizadores buscan expandir su alcance y consolidar la escena competitiva en América Latina.