En el momento en el que más lo necesitaba, Boca volvió a ganar. Siempre necesita ganar, alguna vez el ‘Coco’ Basile dijo que este club es “Sportivo Ganar Siempre” y no se equivocó. Lejos en la pelea del campeonato pero con la chance intacta de clasificarse a la Copa Sudamericana (si hoy Belgrano no gana estará clasificado) y alguna más remota de acceder a la Libertadores, el equipo de Carlos Bianchi hace seis encuentros que no pierde y luce algo más confiable, no es poca cosa.

Aunque All Boys no parezca medida, y que en el camino hayan pasado empates desteñidos ante San Lorenzo y Colón o una victoria agónica e inmerecida ante Tigre, el triunfo ante el ‘Albo’ da tranquilidad y gana importancia por varias cuestiones.

Una de ellas, es que por primera vez en lo que va del tercer ciclo de Carlos Bianchi al frente del conjunto ‘Xeneize’, su equipo consiguió tres triunfos al hilo. La otra, bien significativa, aparece como un respaldo al DT de Boca. Por primera vez en el torneo, Boca ganó sin su jugador emblema: Juan Román Riquelme.  Antes, sin Román, solo había conseguido dos puntos sobre 18 posibles.

Además, Boca no necesito de atajadas milagrosas ni errores arbitrales para ganarle a un equipo que se jugaba la permanencia.

Quizás pase desapercibido, pero en estas últimas tres fechas también se dio algo a lo que el hincha se había desacostumbrado: Boca ganó esos partidos que tiene que ganar. Por el rival, por la necesidad, por el momento… pero sobre todo porque Boca es Boca y tiene que ganar. Siempre.

Hay material, hay esperanza y hay que trabajar mucho para no repetir errores en el próximo campeonato. Deben llegar futbolistas que estén a la altura de lo que significa la camiseta de Boca y su historia impoluta. Deben seguir Riquelme y Bianchi. Esta última versión del ‘Virrey’, mucho más autocrítica y realista, merece una chance más y Román… ¿Qué decir de Román? El jueves pasado el verdadero hincha bajó el martillo con un Sí unánime por la continuidad del ‘10’.

Mientras tanto, algunos personajes del mundo Boca, deben llamarse a silencio y tirar para el mismo lado. Sino, será complicado como han sido estos últimos 17 meses.

La Sudamericana y el Torneo próximo son los objetivos que hay por delante y ya no caben excusas. De aquí en más, el equipo de Bianchi debe acostumbrarse a ganar. De a poco, todo regresa a la normalidad. Es que Boca está de vuelta señores.