Boca cumple con el trámite
Argentinos no pudo complicar al campeón pese a que se puso en ventaja a los dos minutos. El equipo de Falcioni lo dio vuelta en la Bombonera con goles de Insaurralde y Cvitanich y el 2 a 1 le permite seguir como único líder.
Cualquier equipo al que le toque visitar la Bombonera pagaría porque le pase lo mismo que le pasó a Argentinos. Apenas un córner necesitó el equipo de La Paternal para que Hernández se anticipara a todos en el primer palo y pusiera el 1 a 0. Sin embargo, hasta ahí llegó a Argentinos. Y si el gol fue recién a los dos minutos y a partir de ahí no hizo mucho más que defender, es elemental que el partido se le haya hecho extremadamente largo.
Boca no necesitó un partido brillante para torcer la historia que tan mal había empezado. Fue casi una cuestión de inercia. Sin equivalencias en el juego, porque fue algo que a Argentinos no le importó, Boca sólo debía estar medianamente lúcido a la hora de definir, ya que las ocasiones iban a caer por decantación.
Fue a partir de los 35 minutos cuando Boca decidió que era la hora de acelerar. Y Argentinos se tambaleó. Si resistió un poco más fue porque Ojeda tuvo una gran tarde. Pero, de pronto, empezaron a sucederse las oportunidades de gol. Un cabezazo de Cvitanich que sacó el arquero, un tiro de Silva que hizo lucir otra vez al Ojeda, un cabezazo de Roncaglia al travesaño, un tiro de Silva por arriba y un zurdazo ancho de Erviti. ¿Cuánto más podía durar Argentinos así? Nada, a la jugada siguiente, con el primer tiempo a punto de terminarse, llegó el empate: cabezazo de Silva, nueva atajada de Ojeda pero no tan consistente como para dejarle el rebote listo a Insaurralde. 
Argentinos no cambió el libreto tras el descanso: el punto le encantaba. Claro que a Boca no, ya que tras el triunfo de Arsenal, debía ganar para volver a recuperar la punta. Y así como logró el empate, sin jugar demasiado, también consiguió la victoria: Riquelme le sirvió un tiro libre a Cvitanich, quien, un paso adelantado, la clavó de cabeza. De ahí al final hubo tiempo para que Argentinos se quedara con diez (plancha de Berardo), para que Silva despilfarrara una chance de lujo y meterla por fin en la Bombonera y para que Lunati cerrara el encuentro cuando Chávez se iba solito para el 3 a 1. Nada que a este Boca puntero le haya preocupado en exceso. 

Cualquier equipo al que le toque visitar la Bombonera pagaría porque le pase lo mismo que le pasó a Argentinos. Apenas un córner necesitó el equipo de La Paternal para que Hernández se anticipara a todos en el primer palo y pusiera el 1 a 0. Sin embargo, hasta ahí llegó a Argentinos. Y si el gol fue recién a los dos minutos y a partir de ahí no hizo mucho más que defender, es elemental que el partido se le haya hecho extremadamente largo.

Boca no necesitó un partido brillante para torcer la historia que tan mal había empezado. Fue casi una cuestión de inercia. Sin equivalencias en el juego, porque fue algo que a Argentinos no le importó, Boca sólo debía estar medianamente lúcido a la hora de definir, ya que las ocasiones iban a caer por decantación.

Fue a partir de los 35 minutos cuando Boca decidió que era la hora de acelerar. Y Argentinos se tambaleó. Si resistió un poco más fue porque Ojeda tuvo una gran tarde. Pero, de pronto, empezaron a sucederse las oportunidades de gol. Un cabezazo de Cvitanich que sacó el arquero, un tiro de Silva que hizo lucir otra vez al Ojeda, un cabezazo de Roncaglia al travesaño, un tiro de Silva por arriba y un zurdazo ancho de Erviti. ¿Cuánto más podía durar Argentinos así? Nada, a la jugada siguiente, con el primer tiempo a punto de terminarse, llegó el empate: cabezazo de Silva, nueva atajada de Ojeda pero no tan consistente como para dejarle el rebote listo a Insaurralde. 

Argentinos no cambió el libreto tras el descanso: el punto le encantaba. Claro que a Boca no, ya que tras el triunfo de Arsenal, debía ganar para volver a recuperar la punta. Y así como logró el empate, sin jugar demasiado, también consiguió la victoria: Riquelme le sirvió un tiro libre a Cvitanich, quien, un paso adelantado, la clavó de cabeza. De ahí al final hubo tiempo para que Argentinos se quedara con diez (plancha de Berardo), para que Silva despilfarrara una chance de lujo y meterla por fin en la Bombonera y para que Lunati cerrara el encuentro cuando Chávez se iba solito para el 3 a 1. Nada que a este Boca puntero le haya preocupado en exceso.