Creer o reventar. Hace algunas semanas Boca padecía los partidos, todo le costaba muchísimo y la suerte le era esquiva.

Llegó el ‘Vasco’ y todo cambió. El equipo no pierde, mejoró su funcionamiento, redobló los esfuerzos y aparecieron los palos y los charcos para hacer un guiño y decirle al hincha que el destino también es de Boca.

El partido ante Racing, o el intento de partido, fue la muestra cabal de que las esperanzas se renovaron. De arranque, el palo le ahogó el grito a la ‘Academia’ y salvó el arco de Agustín Orión. Unos minutos más tarde, la cancha le jugó una mala pasada a Cabral y entre Carrizo y Meli habilitaron a Calleri que definió ante Saja y puso el 1 a 0. Hasta una mala entrega de Erbes que terminó en un rival no pasó a mayores. Las cosas han cambiado en el Boca del ‘Vasco.

Desde la llegada de Arruabarrena, al arquero no le convierten fácil, los defensores parecen haber recobrado el don de la marca y sobre todo la inteligencia y los delanteros convierten (Chávez, Gigliotti y Calleri marcaron desde el arribo del ‘Vasco’). Así es el fútbol y así es hoy la actualidad de Boca, un Boca que volvió a mostrar corazón y personalidad en un partido que no podía jugarse.

Un campo de juego en esas condiciones hace de un partido una timba, puede estar para cualquiera, hay que poner todo, no guardarse nada a pesar de que el físico se ponga en riesgo. Cuando llegó el momento de decidir la suspensión, los jugadores de Boca querían seguir el partido. Un par de horas más tarde, se suspendió un encuentro en un campo que estaba mejor que el de La Bombonera, no quisieron jugar un partido vaya uno a saber por qué.

Volviendo al estado del césped del estadio Alberto J. Armando, en lugar de echar ídolos, utilizar camisetas que van en contra de la historia del club ó hacer convenios  Chinos, la dirigencia ‘Xeneize’ podría invertir algunos pesos en un drenaje que permita el normal desarrollo de los partido. A menos que la idea de Angelici sea no invertir más en La Bombonera, más allá de alguna pintura, lucecita o parche que hayan hecho. Volviendo al fútbol, por más que hayan sido 57 minutos, Boca ya no pierde y ahora también liga…