La justificación de Sebastián Becaccece es menos argumentativa que sentimental: se aburre cuando mira un partido de la Eurocopa y se divierte mirando la Copa América.

Lo dice poniéndose en el lugar de mero espectador, saliéndose del rol de director técnico, y lo explica con un razonamiento claro.

Según Becaccece el fútbol europeo es tan ordenado, prolijo y ordenado, que lo hace predecible. Y las defensas comprimidas, en el bloque bajo, y la falta de gambetas le quita espontaneidad al juego.