El entrenador de Alianza Lima, el uruguayo Guillermo Sanguinetti (aquel defensor ídolo de Gimnasia y Esgrima La Plata), resistió las críticas y no renunció, pese a las pintadas amenazantes que aparecieron en las paredes del estadio Matute pidiendo su salida.

Esta mañana, al llegar a Buenos Aires para enfrentar a Huracán el martes por la revancha del repechaje de la Copa Libertadores, otra vez los hinchas hostigaron con insultos y escupitajos al plantel y al entrenador. Fue en la puerta de arribos del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, donde los esperaban integrantes del Comando Sur.

Los jugadores de Alianza Lima viven un infierno. El jueves pasado, tras la derrota por 4 a 0 ante Huracán, recibieron la visita de la barra en el entrenamiento y luego en los vestuarios. Allí, algunos jugadores fueron salvajemente golpeados.

Periodistas peruanos descubrieron que el capo de la barra, viajó a Buenos Aires en el mismo avión que el plantel.