Se dice que la mala suerte no existe, pero lo que le pasó al arquero  João Carlos, parece contradecir el dicho.

El portero del Boa Esporte, equipo de Brasil de la ciudad de Varginha,  salió a cualquier parte cuando quiso despejar un centro. Y la jugada terminó de la peor manera.

Tal vez a modo de castigo divino, la pelota terminó por hacer una carambola insólita que dejó al pobre João como responsable de un gol en contra de palomita.