Apenas finalizado el partido, el tan temido delantero holandés Arjen Robben, se acercó a su mujer que tenía en brazos a su pequeño hijo que, según cuentan, no podía parar de llorar.

Luego del difícil partido y del triunfo del equipo argentino, el 11 de la "naranja mecánica", se acercó a su hijo para consolarlo ya que no podían consolarlo. El video recorre la web y la tristeza es holandesa.