"Los jugadores están muy presionados por mi culpa. La gente no me quiere", reconoció el ahora ex DT del "Rojo", en comunicación con Crónica, tras conocerse la noticia de su salida. "Yo estoy bien para seguir pero no juego lamentablemente, sino ayer le metía una patada a Bou (risas)", bromeó.

La realidad marca que nunca desde que llegó (el 18 de julio del año pasado) pudo convencer a sus hinchas. "Los iban a putear a todos el sábado por mi culpa, entonces que ya tenga tiempo el que venga. Los directivos se portaron bien. La gente va a decir por fin se fue este negro de mierda (risas)", cerró apelando nuevamente a la ironía.