Barreto reaccionó tarde y perdió la marca de Everton, pero tuvo una reacción defensiva al ver otra pelota a su paso. Cuando el 11 del Flamengo iba a patear el mediocampista del Criciuma pateó una pelota que había en el campo, contra la otra, para impedir el disparo.

El árbitro marcó el penal y despertó las protestas de los jugadores visitantes pero se mantuvo en su postura que está avalada reglamentariamente. 

Gabigol se encargó del disparo y anotó el 2-1 definitivo.

La segunda pelota en el terreno de juego apareció porque alguien de la tribuna atrás del arco visitante la tiró al césped.