Fue el inicio de los años infames en River, la decadencia, la caída de la "casa blanca" del fútbol argentino. Luego de esa dolorosa eliminación en fase de grupos de la Copa Libertadores 2009, River vivió lo peor de su historia. Aguilar le dejó su lugar a Daniel Passarella, desfilaron técnicos con mucha historia en el club como Leonardo Astrada, Jota Jota López y Matías Almeyda, además de Ángel Cappa.

Sufrió un descenso y resurgió de las cenizas como el ave Fénix. Volvió Ramón, volvió la alegría y los campeonatos, Passarella se fue insultado unánimemente, D´Onofrio tomó el cargo y River finalmente se recuperó logrando un título local y dos sudamericanos. Pero todo se remonta a aquel 30 de abril de 2009. A priori era un grupo sencillo el que debía afrontar el equipo dirigido por Néstor Gorosito. Pero el conjunto argentino terminó tercero con 7 puntos, detrás de Nacional (Uruguay) quien finalizó con 14 y Universidad San Martín de Porres (Perú) que clasificó con 8 puntos. Último finalizó Nacional (Paraguay) con 4.

El certamen fue disputado con uno de los equipos más pobres de la historia millonaria. Los once fueron: Juan Ojeda, quien actúa en Gimnasia de Jujuy, Cristian Villagra (Metalist de Ucrania), Danilo Gerlo (libre), Nicolás Sánchez (Racing), Rodrigo Archubi (Sportivo Italiano); Robert Flores (Sport Recife de Brasil), Diego Barrado (Boca Unidos), Nicolás Domingo (Banfield), Rubens Sambueza (América de México); Gustavo Bou (Racing) y Gustavo Fernández (Laferrere).

La noche de la despedida fue en el Monumental, frente a San Martín de Porres. River ganó 3 a 0 pero ya no tenía posibilidad de clasificación. La nota de color en un miserio equipo que tenía a Cristian Fabbiani como máxima figura fue que el primer gol de aquella noche lo marcó Gustavo Bou, actual delantero de Racing Club, que acaba de debutar en la Copa con un triplete.