¿Gallardo se va a Japón con dos refuerzos en la valija?
El entrenador de River sabe que perderá jugadores muy importantes en 2016 y por ello exige que se aceleren las negociaciones para traer a los futbolistas que desea. Los primeros dos podrían llegar desde Rosario y La Plata.
Marcelo Gallardo sabe que diciembre será un mes deficitario en cuanto a refuerzos se habla. La mente del DT y de todo el club estará inevitablemente en el Mundial de Clubes de Japón.
Pero el entrenador ‘millonario’ quiere viajar al país asiático con certezas. Es que Gallardo ya planea su River versión 2016. Por eso en las últimas horas se juntó con D’Onofrio, Patanian y Francescoli, principales dirigentes del club, para insistir con el pedido de algunos jugadores en particular.
Las gestiones más avanzadas, al parecer, son por futbolistas que militan en Newell’s y Estudiantes, respectivamente. Ignacio Scocco y Gastón Gil Romero están en la órbita de River desde hace varios meses y podrían llegar a Núñez.
Tras varias negociaciones truncas, esta vez los dirigentes de ‘La Lepra’ no ven con malos ojos dejar partir al delantero. Este año tuvo mucha irregularidad e inactividad debido a sus constantes lesiones. Si bien está lejos de su mejor nivel, el DT lo quiere.
Con la partida de Kranevitter al Atlético Madrid de Simeone, Gallardo necesitará un volante central de marca. Desde ya que será difícil llenar el vacío de un jugador de selección, pero el que hoy más cerca está es Gastón Gil Romero, volante central de Estudiantes de La Plata.
El joven volante de 22 años supo ser figura y capitán en el ‘Pincha’, aunque perdió el puesto en el último semestre. Verón, presidente de Estudiantes, tiene buena relación con D’Onofrio y no pondría trabas en el pase. Eso sí, pedirán un poco más de dos millones de dólares por el 60%.
El otro interesado de Gallardo es Ignacio Fernández, volante zurdo de Gimnasia de La Plata. ‘Nacho’ se destacó mucho en el ‘Lobo’ durante este año y es del agrado del ‘Muñeco’ para ocupar la posición de volante izquierdo que tantos dolores de cabeza le trae al entrenador.