"Esta decadencia que hoy vive el fútbol argentino viene desde hace tiempo, tanto porque la delincuencia llegó a esta actividad para quedarse como por la desculturización del juego que extinguió a los buenos jugadores", puntualizó Menotti en una entrevista exclusiva con el programa radial Deportivo Télam. 

"Lo que pasa es que donde hay pasión y hay multitudes, inevitablemente hay negocios. Y en nuestro fútbol hay gente a la que le divierte el manejo mafioso que se hace de la actividad", cuestionó el "Flaco". 

El técnico campeón mundial en Argentina 1978 y juvenil en Japón 1979 argumentó que hoy "los clubes están en manos de cualquiera. Hay gente que no sabe nada pero se postula para ser presidente de clubes prácticamente quebrados. Por algo será". 

"Pero como esos dirigentes no saben, también dejan las inferiores en manos de cualquiera y contratan al entrenador equivocado. Entonces, cuando las cosas no funcionan, echan a los técnicos, pero los presidentes que los eligieron se quedan. Y vuelta a empezar", describió.
 

"Nadie puede creer como River se fue al descenso. Bueno, pero yo no puedo creer cómo Rosario Central está en la B Nacional, cuando la región del norte de Santa Fe y el sur de Córdoba es la más prolífica en el surgimiento de jugadores. Allí hay una cuenca de futbolistas bien alimentados y con potrero de los que siempre se nutrió el club. Ni a propósito se podía ir al descenso", fustigó. 

Sobre el punto destacó que ahora "los chicos que se van a probar a los clubes juegan mal. Por eso no salen marcadores laterales, ni enganches ni delanteros por afuera. No hay nada. Es que al perderse el potrero, el barrio, se perdió la genética del futbolista argentino". 

"Cuando yo jugaba en mi barrio, si reventaba una pelota o se la pasaba mal a un compañero, me sacaban del equipo. Ahora uno ve en las inferiores que un chico recibe la pelota y la traslada 40 metros, hasta que choca con un rival y la pierde. Y lo peor es que el entrenador no lo corrige ni le dice nada", advirtió. 

"Ese tema de la desculturización y la genética futbolística, que también la están padeciendo los brasileños, es como la de los perros de caza. Antes, soltabas a uno en el campo y se iba enseguida encima de la presa. Pero los fueron trayendo a la ciudad y ahora, cuando los soltás en el campo, lloran", ejemplificó. 

Con la acidez crítica habitual, pero siempre con el análisis incorporado, Menotti sostuvo que es "vergonzoso observar como los técnicos de una novena división no les ponen límites a las actitudes violentas de sus dirigidos con tal de salir campeones". 

"Acá se venden futbolistas hasta con apenas un partido en primera. Y después, claro, les mandamos tantos jugadores a Europa, lo mismo que los brasileños, que al final ellos aprendieron de nuestra cultura de juego", apreció. 

"Si el otro día, en el amistoso entre Alemania y Brasil, los europeos parecían sudamericanos de la manera en que jugaban. Lo que nosotros perdemos, ellos lo ganan. Y así estamos", se quejó. 

Finalmente el "Flaco", a los 72 años (5 de diciembre de 1938) reconoció que siempre sigue "aprendiendo", e insistió en su reclamo "eterno" sobre "el gran debate que debe darse en el fútbol argentino. Aunque eso es muy difícil cuando a un dirigente se le pide una pelota, va a la heladera y trae un melón", ironizó.