La final entre Boca y River por la Copa Libertadores se desvirtuó a punto tal que todavía no se sabe qué sucederá. En las primeras horas del día, Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo se sometieron a estudios oftalmológicos para conocer la evolución de sus lesiones. Allí, se constató que el capitán ve el 40 por ciento del ojo afectado y el mismo aseguró que está en condiciones de jugar y que no será operado.

Los mediocampistas fueron los más afectados por los ataques de ayer al micro de Boca. Hasta anoche, el plantel tenía decidido no jugar hoy y de la evolución puede depender que los jugadores sostengan esta postura.

Lo cierto es que a horas del partido, no hay ninguna certeza. El plantel xeneize resultó muy afectado, tanto física como psicológicamente, y ayer no estaba en condiciones de jugar. Si nada cambia, habrá que ver qué resuelven Boca y Daniel Angelici, que se había comprometido a jugar hoy.

Además, ante la ausencia de los médicos de la Conmebol en los chequeos de los futbolistas, Boca decidió enviar a un escribano junto a Pérez y Lamardo para ratificar el diagnóstico de los médicos del Otamendi.

TyC