En una obra donde se retoman los últimos cincuenta años de la historia argentina, con dictadura y postdictadura incluídas, se nos narra la obsesión de Vidé (Marcelo D’Andrea) por conseguir "una buena muerte". Acompañado por su secuaz, cómplice y por momentos aleccionador compañero Biondi (Carlos March),  la trama crece a pasos agigantados desde que se inician los textos.

Cuando las luces se apagan y se accede a la atmósfera teatral Carlos March nos encandila con su versatilidad. Los espacios, la escenografía y el vestuario potencian el arte de introducirnos a Vidé, interpretado por Marcelo D´Andrea.  Vemos su ascenso militar, sus cambios de humor, los detalles de ese hombre que parece haber nacido con bigote marcial. Hay una humanidad, pero la humanidad de aquello que no queremos ser. No se lo reivindica ni se lo quiere entender. Se lo muestra como lo que fue.

Mientras March nos seduce y extasía con sus movimientos y destreza, D´Andrea se va agigantando a través del crecimiento histórico y nefasto de Vidé. Un crecimiento que por momentos lleva al público al borde de la risa perpleja, del moverse incómodo y fascinado ante lo que sucede frente a sus ojos.

"El grotesco es una selva oscura donde, para dar con una certidumbre, se necesita de la risa; un modo particular de transitar las más recónditas miserias de lo humano", señala Vicente Muleiro sobre su propia obra.

Y es que no sólo se pone en juego el grotesco de los rostros comidos por el maquillaje de las acciones en la obra;  sino que también está el grotesco del lenguaje que funciona como un golpe que nos lleva al borde de lo vengativo. El gesto adorable no funciona para crear empatía, sabemos quienes son, y qué hicieron.

En 2009 la obra fue estrenada como "Vidé/la cinta fija" pero la muerte de Videla llevó a modificar y actualizar el texto. “Dos actores. Uno, Videla, y el otro son los otros que Videla necesita para confirmar su accionar letal que en un solo actor deviene multi-individuaciones maniqueas.  La puesta tiene esta geometría, cuyo centro es un agujero donde están las víctimas en el subsuelo. Solo el cómico puede estar en el infierno como el torturador, como el cura bendecidor que lleva al circo de las alturas que lo precede" analiza Norman Briski.

Una puesta impecable, con vestuario preciso, luces que acompañan a actores que descollan; "Vidé, la muerte móvil" se vuelve una propuesta de teatro reflexivo dónde la miseria de lo humano es llevada a su máxima expresión y dónde la única "buena muerte" es, en este caso,  la justicia.

Lunes a las 21 hs. “Vidé / la muerte móvil”, nueva propuesta de Vicente Muleiro, protagonizada por Marcelo D’Andrea y Carlos March, con dirección de Norman Briski. En el Teatro Calibán, México 1428. Tels.: 4384-8163 // 4381-0521. Entrada $80.-




Ficha Técnica: Autor: Vicente Muleiro; Interpretes: Marcelo D’ Andrea (Vidé) y Carlos March (Biondi); Voz en Off: Eduardo Aliverti; Operador de Luces: Bernardo Cánepa y Hernán Caleca; Operador de Sonido: Marcelo Melingo; Banda Sonora: Martín Pavlovsky; Vestuario: María Claudia “Clo” Curetti; Escenografía: Guillermo Bechthold y Marcelo D’ Andrea; Maquillaje: Elena Sapino; Fotografía: Emmanuel Melgarejo y Nacho Liang;  Foto /Falcon:  Emmanuel Montengero; Asistente de Escena: Guillermo Bechthold; Diseño Sonido: Víctor Monte; Títere: Guillermo Bechthold; Jingle Noticiero:  Letra: Norman Briski; Música: Gastón Cordera; Diseño de Luces y Escenografía: Norman Briski; Asistencia de Dirección: Marcelo Melingo, Guillermo Bechthold; Dirección: Norman Briski.