Valeria Iglesias: "Nunca estuvo en mi cabeza el final de Outsider"
Hablamos con una de las socias fundadoras y actual codirectora de Outsider que nos cuenta las novedades después de tomarse una pausa en el mundo editorial y con la vuelta de un ciclo de lecturas y música intimista.
La editorial nació en 2010, el ciclo en 2007, con el objetivo de "tender un puente entre dos mundos: el de la literatura emergente, representada por los miles de autores que aún no fueron publicados, y el de la literatura visible que encarnan los grandes nombres de la escena cultural argentina", un proyecto que fue creciendo pero que tuvo su pausa.
El jueves 28 de agosto la pausa llega a su fin y la editorial se relanza volviendo con su clásico ciclos- ahora en un carácter mucho más intimista- y en septiembre con la presentación del primer libro exclusivamente digital “La frontera durante” con cuentos y textos de Leticia Martin, Ana Ojeda, Flavia Pantanelli, Analía Medina, Natalia Zito y Yamila Bêgné.
Charlamos, de manera electrónica- como no podía ser de otra manera en este caso- con Valeria Iglesias que nos cuenta las novedades de "Outsider", ese "afuera" que vino para quedarse.
- ¿Qué significa que vuelve "Outsider"?; ¿alguna vez se fue?
Valeria Iglesias (VI)- Nunca estuvo en mi cabeza el final de "Outsider". Cuando se terminaron los subsidios y sacamos un libro más, de los tres que habíamos programado, con el Proyecto de Mecenazgo (este cuarto libro lo financiamos con Panal de Ideas), con Enzo Maqueira —socio fundador— Jésica Alvarez y Diego De Ángelis —que hacia el final de "Outsider" se habían unido como colaboradores— nos tomamos unas vacaciones que se fueron extendiendo en el tiempo y en la baja de energía para retomar. Entonces, aunque en nuestro imaginario "Outsider" no se había ido, en los hechos concretos sí. Le comenté a Enzo mi necesidad de dejar todo en stand-by y él estuvo de acuerdo. Luego nada más sucedió. Hace casi un año, le dije que quería hacer algo nuevo con "Outsider" y él me dio vía libre. Con Francisco Cascallares y Jorge Churio queríamos explorar otras formas de distribuir literatura. Antes de llegar a lo digital, pasamos por un montón de ideas delirantes. Hasta que caímos en lo más clásico (de entre lo que planeábamos, claro): el e-book. Por eso queremos anunciar que "Outsider vuelve". Vuelve, al menos, de un letargo. Y vuelve transformado.
- El factor económico suele ser clave a la hora de poder editar un libro, sin embargo ustedes vienen trabajando fuerte con lo digital. ¿Por qué crees que hay una reticencia ante lo electrónico?
VI- Es una reticencia local, y es más, es una reticencia del entorno literario, creo yo. Trabajo en un colegio primario, y a veces llevo mi e-reader para no cargar con todos los libros que tengo que usar con los chicos. Ayer una alumna, al verlo, me comentó que su mamá lee mucho, por eso para un día de la madre le regalaron un kindle y desde entonces compra un montón de libros digitales. No digo “se baja”, dijo “compra”. Creo que la reticencia es una suerte de fetichismo con el objeto de papel, y con un conservadurismo que cree que con lo digital el libro puede morir. Yo no creo que el libro de papel muera. Y no creo que haya que plantear un antagonismo. Creo que cada formato tiene algo para dar, algo diferente, y que puede existir la complementareidad (o como se diga). De hecho, yo al colegio llevo alternativamente libros en papel o en mi Nook, el mismo libro, digo, no que llevo algunos en papel y otros en digital.
- Ustedes plantean que la cultura digital se encuentra en un momento maduro, sin embargo la polémica acerca del valor de lo digital sigue en desventaja ante el papel. Sin ir más lejos está el debate internacional entre escritores, editoriales y Amazon. ¿Cómo ves ese debate?; ¿Sentís que hay un apoyo local a la industria literaria digital?
VI- La cultura digital está madura hace rato. No está conectada aún con lo comercial, con “comprarse” un e-book. Pero con la piratería no creo que nadie, hablo de cierta franja etaria, pueda decir que JAMÁS leyó un libro en su computadora, en su tablet, en su celular. Está cambiando también en la universidad, cada vez más los profesores comparten pdfs con sus alumnos vía mail o dropbox en vez de que los alumnos tengan que hacer largas colas en la fotocopiadora del centro de estudiantes.
Ahora, lo que pasa con Amazon y las grandes editoriales es otra cosa: son grandes empresas que no quieren que se les escurra el negocio. Ellos son los que más le temen a lo digital, porque lo digital lleva, indefectiblemente, a la piratería más fácilmente que la fotocopia. Porque la piratería digital, lo sabemos también desde que pudimos copiar CDs de música, permite tener una copia exactamente igual al original, no como la fotocopia, o como tener un CD grabado en un cassette. Nosotros no queremos plantear un negocio tipo Amazon. De hecho, cuando les preguntamos a algunos escritores consagrados de nuestros libros anteriores —que ya están a la venta en formato digital—, les ofrecimos comprarles los derechos vs. darles un porcentaje por descarga, y nos dijeron que si había forma de comprobar el número de descargas, ellos preferían esa modalidad. Aclararon que con la venta de libros en papel, todo es cuestión de fe.
Se trata de encontrar una dinámica más justa con el escritor y con el lector. Si el lector ve el amor que se le pone al laburo y ve que sus escritores favoritos están siendo favorecidos por el modo de distribuir los libros y los ingresos, y si además el precio no es un delirio, entonces el margen de piratería se reduce y todos ganamos. Pero ganamos, desde el vamos, porque mucha literatura se distribuye y se lee, algo que con una infraestructura pequeña, y con el libro en papel, a veces no pasa. Los libros quedan en depósitos invisibilizados, y eso significa pérdida: ecológica, económica y cultural.
Nosotros queremos ganar dinero, es claro, pero queremos ganar un dinero que nos permita sostener el proyecto para que esto sea posible. No es ese el deseo que mueve a Amazon y a las grandes editoriales que, además, te venden algunos ebooks al exacto mismo precio que el papel. Una locura.
- Si bien apuestan a lo digital también eligieron que parte de lo recaudado sea destinado al papel ¿Por qué ceder ante esa tentación?
VI- Porque entendemos que hay una transición, y como queremos, básicamente, editar autores nóveles (para ser fieles al ideario de "Outsider", un nombre de editorial que significa “el que viene de afuera”), tenemos que tentarlos de algún modo. Imaginate que quieren publicar por primera vez y vos le decís: hagamos un ebook. Y suena a poco. Sobre todo si quieren compartirle el libro con los padres, o los abuelos, por ejemplo, que no están digitalizados.
Por otro lado, no creemos, como dije antes, que haya un antagonismo. Podemos hacer ebooks para distribuir al infinito a un precio accesible, buscar mercados más allá de CABA y sacar una tirada pequeña y exclusiva de libros por el amor al objeto más que a la literatura. Dos cosas que se complementan.
- En una entrevista reciente señalaste que los cuentos tienen menos espacio que las novelas y las poesías, ¿cómo es el proceso de seleccionar cuentos para editar y difundir?
VI-Ahora salimos, en septiembre, con una antología. El proceso de una antología está basado en la curaduría. Además, nuestra idea es plantear un muestrario de escrituras, donde cada autor o autora pueda ir con más de un cuento. Incluso, con un cuento y otros textos de otros géneros. Para los libros de cuentos de un solo autor, pedimos que nos manden “libros de cuentos” no “rejuntes de cuentos”. Un libro de cuentos es un proyecto pensado para ser libro. O, al menos, una selección de cuentos con un criterio o hilo conductor. Los cuentos están seleccionados y ordenados con ese criterio, dialogan entre sí y tienen, además un título que los unifica. Evaluamos, entonces, en esos libros que recibimos, que además de que los cuentos estén buenos, exista esa unidad.
- Desde la editorial siempre abogaron por la difusión de microrrelatos ¿qué tiene que tener un microrrelato para escaparle a un mero tuit o un actualización de estado en redes sociales?
VI- En realidad, los microrrelatos fueron una idea para interactuar con nuestros seguidores en las redes sociales. Pero no publicamos ningún libro de microrrelatos aún. Creemos que interactuar con los seguidores es fundamental para armar un proyecto que tenga verdadero feedback, no como estrategia comercial, sino como estrategia humana. La literatura no es coca-cola, ni un auto nuevo.
Entonces, algunos de esos tuits fueron meros tuits. Y otros pudieron asomarse a la estructura del microrrelato. Esa diferencia depende de la maestría del escritor. Y de conocer las reglas del microrrelato.
- ¿Qué novedades trae el ciclo outsider?
VI- Lo pensamos como algo íntimo y pequeño. Un solo escritor, acompañado de un músico. Lo que hacemos es invitar al músico y pedirle de antemano el repertorio de canciones, de ser posible, elegidas con un eje temático. Y luego le pasamos los youtubes al escritor y le decimos el “tema” para que elija o escriba ad hoc, el texto o textos que quiera leer en el ciclo.
A futuro, tenemos pensada la antología de textos leídos en ese ciclo. Y, aprovechando lo digital, tal vez podamos agregarle música al ebook. Cosas que estamos pensando aún.
- ¿Qué y cómo lees?
VI- Por mi trabajo y por mi especialización (hice la Licenciatura en Lengua Inglesa) leo mucho en inglés. La mayoría de los libros nuevos que leo en inglés, los leo en ebook, por eso hace dos o tres años (ya no me acuerdo) me compré un Nook. Antes, cuando dependía de estos libros en papel, tenía limitado el catálogo a lo que librerías especializadas como Kel traían. O tenía que esperar que algunos libros se tradujeran y se vendieran acá. O tenía que arriesgarme a encargarlos en Amazon, que eran carísimos y a veces no te llegaban a tu casa, había que ir a buscarlos a Retiro, mostrarles que eran libros y que no tenías que pagar impuestos por “importación” (me pasó un par de veces).
Ahora estoy leyendo un libro de Chimamanda Ngozi Adichie, una escritora Nigeriana, “Half of a Yellow Sun”.
También leo a mis contemporáneos, a ellos los leo en papel, aunque Blatt & Ríos edita libros digitales de literatura contemporánea, pero pasa que nos regalamos los libros entre nosotros, o vamos a las presentaciones y nos los compramos. Ayer empecé a leer “Electrónica”, de Enzo Maqueira, que vino a traerme libros de "Outsider" y me regaló su nueva novela.
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El jueves 28 de agosto- Ciclo Outsider en Cúrcuma, Sarmiento 3685 CABA, a las 20hs.