San Pablo en Brasil es considerada una de las ciudades con más polución del mundo. Alexandre Orion decidió atacar el problema de manera provocativa. Con su talento a cuestas, y unos trapos limpios se propuso hacer "un graffiti en reversa".

Se dirigió al tunel Max Feffer donde con una tela fue sacando el smog y hollín acumulados en las paredes y dando lugar a calaveras; es decir haciendo arte a través de "la limpieza" de ciertas zonas.

Cuando llegó la policía, alertados por que "alguien estaba haciendo graffities", se encontraron con una situación atípica. Alexandre Orion no tenía aerosoles o pintura, solo un balde con agua limpia y unos trapos.

Finalmente las autoridades decidieron remover la obra de Orion, lo cual implicó que tuvieran que limpiar completamente el túnel. "Osario" invita a ser pensado como arte que deja un mensaje para reflexionar sobre las ciudades en las que vivimos.