I

los días exigen una vuelta de tuerca,
un desprenderse del
almanaque,
un sueño tangible,
encontrar de una buena vez
la aguja en el pajar,
una nota mental
que diga: olvidar.
una corchea
que no sangre,
otro mes,
otro acorde,
otra manera.
un inventario
sin amores dibujados,
un corazón menos anarquista,
alguien que no me crea la función,
acabar con el hobbie de las huidas
plantarse ante el espejo
y bancársela.

IX

ya morí en los baños
de los bares donde no estás.
ya dormí un siglo,
ya lloré en todos los idiomas.
ya masacré al teclado
escribiendo (te) siempre escribiendo (te),
ya tiré mi última piedrita en tu ventana
y prendí fuego los papeles.
ya me emborraché,
ya me retorcí sola en tantas calles sucias
con tu nombre entre las manos.
ya mentí tu olvido y besé otras bocas
y fui un fantasma
miserable, triste y gris.
ya aposté todas mis venas.
ya creí.
ya dejé de creer.
nunca asumí.

***



Mariana Kruk nació un martes de mayo en 1983, una noche de lluvia torrencial. Escribe poesía desde que tiene uso de razón. Publicó hasta la última uva (Otro Contar, 2011) migas (Otro Contar, 2012) piromanía (Cartonerita Niña Bonita, 2013) y ninguna nuez (Textos Intrusos, 2013)
abrileando verá la luz en julio de este año, editado por Cacto Editorial. Todos los poemas de este libro fueron escritos entre 2006 y 2008, cierran junto a los dos primeros libros de la autora una suerte de trilogía.