Con una precisión histórica que no opaca la ficción; Barzana narra la Buenos Aires de 1860 en la tercera entrega de una saga que atrapó a cientos de lectores entre el campo, la ciudad, la caída de Rosas, un aborigen por nacimiento y "huinca por afecto" para terminar en su "más ambicioso proyecto" literario mientras se diluyen las luchas entre unitarios y federales.

El mercado editorial tracciona lectores con este género que no para de crecer y ganar adeptos. Barzana ofrece una vez más una historia de amor formada por el triángulo de las pasiones, las lealtades y las necesidades políticas en un país que comienza a modernizarse.

La autora desarrolla una escritura que se centra en los diálogos cotidianos de sus personajes; apasionando a los lectores con la historia de Agustín Ledesma, empresario ferroviario y Ana Gale, hija de una familia afincada en el campo.

Las transformaciones sociales y políticas son el marco para una novela que, como lo indica su nombre, apuesta a un futuro que comienza a construirse.

Dialogamos con la autora:

- La invención del mañana es tu última novela con la que terminás formando una trilogía histórica del país  ¿Desde el inicio pensaste la trama como una saga de ocho años (1852-1860) ?



Claudia Barzana (CB)- Cuando comencé a escribir mi primera novela Al otro lado del fuego, supe que el próximo sería sobre la historia de dos personajes, pero su historia quedaría en suspenso hasta la próxima entrega. Lo mismo me ocurrió al empezar a escribir, Lo indómito del espíritu, supe que el personajes de Aiwe, sería la protagonista de la nueva historia, dando así por finalizada la historia de la queridísima familia Gale. Lo importante es que al leer los tres libros te permite contar con la familiaridad de los personajes con los que te vas encariñando a medida que vas leyendo cada uno de ellos. Aunque creo que se pueden leer de modo independiente, porque las historias de los personajes protagónicos, comienzan y finalizan en cada uno de las entregas.



- El carácter costumbrista y las precisiones históricas la trasforman en una verdadera novela de género ¿Cómo surgió tu interés por el mismo?

CB- Justamente creo que al volcarme al género histórico romántico, debo dosificar la parte histórica de la época, para ensamblarla con la trama de la novela. Contar detalles de la historia del momento en que centré la novela, es tan importante como la trama misma. La cuestión es encontrar en equilibrio justo para evitar que el lector se aburra, y a la vez lo atrape la información que una vuelca en la novela.



- La trama tiene una abundancia de diálogos ¿te resultan un recurso útil como para hacerla fluir ante los detalles históricos que van surgiendo e integrarlos a los personajes?



CB- Sí, creo que la existencia de los diálogos oxigena la novela y le brinda un gran dinamismo al momento de leerla. La idea de incorporar la data histórica en los diálogos permite mayor fluidez. Al menos es lo que me sucede a mí cuando leo este tipo de novelas.


- El trío amoroso que se forma entre los Gale, Ledesma y Mansilla también es marcado por el campo y la ciudad ¿Cómo trabajaste los personajes y espacios disímiles?

CB- Hago bastante hincapié  el momento de trabajar cada uno de los personajes. Antes de volcarme a escribir, le hago una biografía a cada uno de ellos. Eso me permite mucho más saber cómo van a interactuar entre ellos. Qué tono buscarle al momento que tengan que hablar. La existencia de diferentes escenarios, permite también darle agilidad a la novela. La verdad que me costaría mucho, que una de mis novelas, se centre solamente en un lugar o un espacio determinado.



- ¿Cómo te documentás para ganar la verosimilitud y la confianza de una lectura "más realista" y no caer en una mera novela romántica?


CB- -Las fuentes en la que me baso, primero es la bibliográfica. Esa es mi primera búsqueda. Hago varias recorridas por librerías no solo donde venden libros nuevos sino también usados. Eso me permite encontrar verdaderas joyas con ediciones antiguas, que no se han vuelto a editar, y no están en el mercado. Una vez que creo que es suficiente, me vuelco a leerlos y marcar todo lo que pienso que necesito. A medida que voy investigando, voy creando la trama de la novela. Ese período es tan importante como la escritura misma, porque es lo que me da sostén al momento de lanzarme a escribir. Luego me doy una vuelta por internet para ver si hay algo más. Pero esa no es mi fuente inmediata.



- En tu biografía te presentás como una apasionada por la literatura que estudió derecho ¿A quiénes leías en los inicios de ese enamoramiento y a quiénes leés hoy?



CB-Desde siempre leí. El primer libro que me enamoró fue Mujercitas, porque las cuatro hermanas eran tan distintas que creo que siempre uno se podía identificar con alguna de ellas. Luego he leído a casi todas las autoras americanas del género romántico. Disfruto mucho de los thrillers también y por supuesto leo a nuestras autoras, ya que me gusta estar al tanto de lo que sale y lo que se lee. En este momento estoy terminando La rosa de medianoche de Lucinda Riley, y tengo una pila de libros pendientes por leer, sin embargo sigo comprando para leer más.



- ¿Cómo te llevás con la idea de la división entre  best seller y "el resto de lo que se publica"? Tu primera novela se agotó en el primer mes de editada.

CB-Yo estoy atenta a los best seller que salen. No soy partidaria de menospreciar una categoría, ni fortalecer la otra. Estoy convencida que todos quienes escribimos deseamos que nos lean, y la única manera es que nos compren. Después, hay una serie de circunstancias para que un libro guste más que otro. En mi caso fue una gran sorpresa la buena repercusión que tuvo mi primera novela, tanto para mí como para la editorial. Sí, hubo un trabajo importante de ambos para brindar lo mejor en cada novela, y por las devoluciones que me hacen las lectoras, eso lo valoran mucho, lo que me da muchísima felicidad.

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La invención del mañana de Claudia Barzana

Novela, Vestales. 2015.

448 p.