Después de experiencias musicales más suaves como Andaba cruda (2008) y Música que cambia por vida la pena que hace riego y que hace casi risa la vida (2010), junto con Manuel Fusari, Beszkin siguió su camino- acompañada y sola pero siempre acompañada- y el rock fue ganando terreno en sus álbumes hasta llegar a este nuevo lanzamiento (su tercer disco solista) Enamorar o morir. 

Beszkin se considera una ferviente amante del motor que supone el amor y su nuevo disco retoma esa idea aunque con el acento puesto en lo sensual por sobre el romanticismo. 

—  Presentás tu tercer álbum solista como " ésta vez es rock" ¿Qué es lo que lo diferencia de tus trabajos anteriores considerando que arrancaste formalmente- por decirlo de alguna manera- como bajista de una banda de rock?

—  En realidad mi comienzo, al menos editado, fue con mi primer disco solista “Andaba Cruda” (2008), solista y unipersonal donde solo hay bajo y voz, ambos instrumentos tocados por mí. Es un disco fuera de lo convencional, disfrutado (creo yo) sobretodo por amantes de las bellas rarezas. Luego hice un disco a dúo con mi amigo, compositor y guitarrista, Manuel Fusari: “Música que cambia por vida la pena…” (2010), mucho más cancionero, amigable.

En 2011 y 2012 editamos discos con mi trío de rock RIE y ahí sí se puso rockera la cosa. Mi segundo disco solista “Este amor ya no es para tanto” (2013) no pudo menos que seguir por esa senda, aunque considero que en “Enamorar o Morir” (2016) pude expresar mi esencia rockera más genuina, técnica, musical y emocionalmente, con un maridaje ideal en detalles y propuestas que le dio Sergio Alvarez, el productor.

— En reiteradas oportunidades se te definió por tu estilo "ecléctico" ¿te ves representada con ese calificativo? 

—  Sí, no puedo mentir, me reconozco en decir que soy algo ecléctica, tanto al escuchar como al componer música. Si escuchás todos mis discos juntos te das cuenta y eso es porque mi música responde a lo que cada momento propone, mi música es mi vida misma, indivisibles ambas. Busco fluir con eso, sin forzar las cosas, por eso cada disco ha tenido su esencia y su búsqueda propia, personal. Y hoy puedo hablar de una madurez o crecimiento.

En este mismo momento, por ejemplo, aparte de estar presentando Enamorar o morir estoy disfrutando de proyectos de lo más diversos y cada uno de ellos me construye a su vez. Desde estar  tocando y editando el primer disco con mi banda The Monkeyness (folk & country), o tocar con Verne en otra dinámica (pop-rock), hasta haber grabado canciones infantiles hace tan solo unos años atrás, pasando por shows acústicos, power dúo, power trío, y bandas de más de 6 personas también…  Soy todo eso y quiero ser más.

Me parece que toda experiencia puede y debe ser nutritiva, y eso solo sucede si dejamos de mirarnos el ombligo. Hay que proponerse y animarse a nuevos roles, estilos, sin caer en la rigidez, las etiquetas o el molde pre-fabricado. Toda experiencia musical tiene algo nuevo para ofrecer a nuestra propia música.

— ¿Cómo fue el proceso de composición de las canciones que integran Enamorar o morir? A nivel letras, música, ordenarlas en el álbum...

— ¿Sabes que no recuerdo casi nunca algún “momento de sentarme a componer una canción”? Qué se yo, pasa. Lo que sí puedo contarte es que sucede de noche, de pronto agarro la guitarra (eléctrica o acústica), y suelto esas melos o armonías que tuve todo el día en la cabeza, y luego de eso no recuerdo ya nada; pero a las 4 am tengo un tema terminado con aquellas cosas que no dije en la semana o pensamientos random que no pude anotar y quedaron ahí flotando en el eter, hasta que los pude traducir en música. Esa suele ser mi “ola” compositiva, y por el momento funciona.

Un elemento fundamental para el disco es la producción de Sergio Álvarez quien a través de sus siempre generosas ideas y consejos ayudó a que Enamorar o morir sea una pieza de artesanía. Por ejemplo, concretamente compuse un poco más de 20 temas. Desde allí empezamos a hacer la selección y le fuimos dando forma al disco. El tema “Ciertas Cosas” fue también ocurrencia de Sergio, quien una semana antes de entrar a grabar me propuso poner un tema acústico que aún no estaba compuesto. Lo tomé como un desafío y me puse a componer el tema que, se puede decir,  terminó dividiendo al disco en LADO A / LADO B.

Después el orden de los temas lo hicimos en conjunto, realizamos un par de pruebas, y al final terminamos coincidiendo todos. Creo que cuando uno está lo suficientemente abierto, perceptivo, la música nos pone de acuerdo en qué quiere decirnos. Sólo hay que poder escucharla.

—  Hace unos años te entrevistaron en Acorde Urbano y contaste que tus letras pasan por el amor en sus diversas formas ¿lo seguís sosteniendo?

— Sí, sin duda. Para mí la vida gira siempre en torno al amor. Al amor o a la falta del mismo. Creo fervientemente que el motor de la vida es el amor en sus mil formas. Es eso para mí “sentir el pulso en el pecho y elegir amar”. Enamorarlo y vivirlo apasionadamente o morirlo y ya. Y me refiero a cualquier cosa que elijas hacer.

— Generalmente trabajás con un amor más sensual que romántico, pienso por ejemplo en el vídeo que da nombre al álbum, como que intentás escapar del cliché ¿lo sentís así?

— No siento que esté escapando sinceramente. En lo personal el amor no me pasa por el romanticismo. Y tal vez por eso mis canciones a pesar de hablar de amor, no son romanticonas. Porque no lo vivo así. Me siento más pasional, visceral.

—  ¿Cómo fue trabajar en este con Arnaldo Taurel?; ¿se acompañaron? , ¿debatieron?

— Fue una experiencia sumamente positiva. Encontré en él el complemento exacto para completar mis temas. Desde su Groove, hasta la personalidad. Nos entendemos al toque, congeniamos, nos fundimos. Ambos pasamos mucho la música por el cuerpo y es lo que más nos ayuda a conectar.

Claro que compartimos y debatimos mucho, sí. Es por eso que aunque el disco sea mi tercer trabajo solista, suena mucho más a “Banda”. Es la alquimia de este power dúo.

— ¿Qué contemporáneos estás escuchando?

— Estoy muy con bandas nuevas, cercanas preferentemente. Escucho mucho Ave Tierra, Also Sp.

— ¿Qué planes tenés para el show del 20 de abril?

— Enamorarles a todos (se ríe) Es un show muy especial porque el disco también lo es. Cobra para mí una importancia enorme no solo el resultado de todo este proceso creativo, que se puede medir materialmente en cds o entradas, sino el terrible laburo en equipo del cual esta fecha no está exenta. Es una amalgama de gente y emociones, cada uno ofreciendo con amor su talento, desde la puesta en escena, luces, sonido, hasta cámaras, preparativos y consejos. Es mucho más que una fecha y por eso estoy tan emocionada. Tiene todo, Boris tiene la calidez perfecta para este power dúo y para estos temas. Habrá un invitado, algunas versiones de temas ajenos, y como condimento la presentación del videoclip del corte “Enamorar o Morir”.

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Cam Beszkin estará presentando Enamorar o morir, el Miércoles 20 de Abril en BORIS Club Gorriti 5568, CABA a las 21.30hs.