Artista integral -estrella de la canción, productor y músico experimental- el británico Brian Eno llega a Buenos Aires para montar dos obras: 77 Million Paintings y The Ship.

La primera obra quedará emplazada en el espacio de La Gran Lámparo en el Centro Cultural Kirchner y se trata de una instalación que busca envolver al espectador con sonidos e imágenes "a partir de una estructura de doce monitores, cuyas pantallas van proyectando combinaciones aleatorias de las imágenes creadas por el artista. A ellas se suman las capas de música compuesta por Eno, que también se van emitiendo lentamente en combinaciones aleatorias. El efecto doble es el de ver una pintura luminosa que fluye, con la sensación de estar rodeado de una música que se asienta en el espacio". 


 Los “77 millones” del título se refieren a las combinaciones posibles de imagen y sonido; un número imposible ya que se estima que el espectador tendría que pasar 450 años delante de la muestra para experimentar dos veces la misma combinación visual y auditiva. La instalación ya fue exhibida en Ópera de Sydney, y en espacios emblemáticos de Abu Dhabi, Tokio, Venecia y Río de Janeiro. 
 
Por otro lado, en el Auditorio de la Sala 613 del CCK, Brian Eno presentará The Ship (La Nave)- que también es el título de su último disco- que reúne tres de los principales aspectos de su obra: música, instalación y composición de canciones. La instalación tiene como punto de partida conceptual el hundimiento del Titanic, la Primera Guerra Mundial y, según aclara el artista, “la oscilación constante de la humanidad entre la arrogancia y la paranoia, la entrega y el control”.

“Pensé en los vastos campos de Bélgica en donde se libró agónicamente la Primera Guerra -explica Eno-; y en el vasto y profundo océano en el que se hundió el Titanic; y qué poca diferencia supuso toda aquella esperanza y decepción humanas. Ellos (los campos y el océano) persisten y nosotros pasamos en una nube de parloteo”.
 
Además habrá una charla abierta con el artista, el próximo 29 de noviembre, a las 19 en  la Sala Sinfónica del CCK. 

Acerca de Brian Eno

Nacido en Woodbridge, Gran Bretaña, en 1948, Brian Eno es reconocido como uno de los músicos, productores y artistas visuales más innovadores e influyentes del último medio siglo. Egresado de Bellas Artes en 1969, su labor se expresa inicialmente en pintura y escultura, y luego se centra en la experimentación del sonido a través de nuevos medios técnicos de grabación. En la Escuela de Arte de Ipswich forjó su idea de crear música “estática como la pintura” y “pintura que fluya como la música”. Desde sus comienzos, en los años 70, como integrante del grupo de glam rock Roxy Music, destacó con un talento extraordinario, y su obra está indisolublemente ligada a un género: el ambient, un término y un concepto creados por él. La música ambient se concibe en varias capas y está elaborada como “arquitectura sónica” que define el espacio que habita. El ambient posibilita diferentes niveles de escucha, según los diferentes elementos sonoros que aparecen con cada nueva audición, en función del ruido ambiental circundante y del estado de ánimo del oyente.

Aunque la idea de background music ya existía, Brian Eno abrazó las ideas de la “música de mobiliario” de Eric Satie (1917), asociadas al minimalismo y al “exotismo”, y las popularizó con el empleo de samplers, cambios de fase y otras novedades tecnológicas. Su álbum Music for Airports (Ambient 1) se considera la piedra fundacional del género y, junto con trabajos como The plateaux of mirror (Ambient 2), Day of Radiance (Ambient 3) y On Land (Ambient 4), inspiraron a nuevas generaciones de músicos.

Trabajó con David Bowie en la famosa "Trilogía de Berlín" -integrada por los discos Low, Heroes y Lodger- y en el álbum Outside. Compuso con Robert Fripp y David Byrne. Produjo discos de John Cale, Laurie Anderson, Talking Heads, Toto, Coldplay, Passengers, Sinead O' Connor, Paul Simon y U2 (con aportes decisivos en discos como The Unforgettable Fire, The Joshua Tree, Achtung Baby y Zooropa).

En el campo de las artes visuales, los avances tecnológicos permiten a Eno desplegar aquella idea de las “pinturas que fluyen como música”.  Desde sus primeros trabajos, Mistaken Memories of Medieval Manhattan (1981) y Thursday Afternoon (1984), en los cuales trabajó el paisaje urbano neoyorquino o la idea del  movimiento de una modelo, hasta 77 Million Paintings, proyectado en las velas de la Ópera de Sydney, o su último Ambient Light Works, las instalaciones de Eno renovaron el concepto de arte visual en relación con la música y la tecnología. Desde 1999 realiza “instalaciones ambientales”, que combinan música generativa (creada por herramientas tecnológicas) y objetos elegidos por su presencia expresiva (arena, piedras y esculturas lumínicas) que se complementan con proyecciones visuales. Se trata de espectáculos de “música en varias dimensiones” o “música para los sentidos”, mundos sin limitaciones narrativas, combinaciones fugaces e irrepetibles que obligan a una serena contemplación.

Ha sido uno de los impulsores de la Fundación The Long Now creada en 1996 en San Francisco, que coordina foros de debate y proyectos sobre temas que afectan a la humanidad.