Banda Magda: la chica del acordeón y sus antílopes argentinos
El conjunto de jazz fusión que encabeza la cantante griega Magda Giannikou, junto a tres jóvenes y talentosísimos músicos argentinos, se presentó en Bebop Club en dos fechas de doble función totalmente agotadas.
Las bananas colgando al frente del escenario invitaban a sumergirse en la historia selvática, fantástica y reveladora que propone el concepto de Tigre, el álbum que Banda Magda viene presentando en una gira mundial: el cuento habla de enfrentar los propios miedos y no dejarse atormentar por los de afuera.
Ritmos brasileños saltan de inmediato a la vista, aunque la variedad de idiomas con que Magda interpreta los colores que atraviesan su cancionero imprimen una observación tanto musical como vocal: mientras su acordeón resuena por momentos al tango de Piazzola, sus versos en italiano, francés, portugués y hasta castellano desmantelan los preconceptos regionales sobre los géneros. La búsqueda de Banda Magda trasciende cualquier frontera o etiqueta de disquería.
Uno de los tracks de Tigre tiene a Michael League -bajista líder de Snarky Puppy- leyendo la fábula titulada 'Le Tigre Malin'. Sin embargo, la mejor manera que encontró Magda para compartir esta historia en el vivo fue la de representar a los personajes.
Ella, como Inés, la niña que en medio de la sabana africana y en compañía de tres antílopes es advertida de los peligros del desierto. Cada noche el tigre robaba los más preciosos dones, primero la velocidad, después los sueños y luego el coraje. Ella debía proteger su voz, única entre las demás. La noche siguiente dejó sus miedos a un lado y se preparó para enfrentar a la criatura.
Magda y sus laderos porteños ya recorrieron el mundo abriendo el tour 2016 de los cachorritos neoyorkinos por todos lados. El percusionista argentino Marcelo Woloski, de hecho, es una de las bestias salvajes que actúa en ambos proyectos. Son las escobillas de Marcelo las que dibujan exactos pero sutiles golpes rítmicos, las frecuencias graves del bombo legüero, varios tipos de cueros, múltiples sonoridades de platillos, maderas de cajón que resuenan y hasta un manojo de llaves celestiales.
Entre los momentos gloriosos del show pasaron su versión de Muchacha, ojos de papel, ese himno del rock argentino que llevamos grabado los argentinos y que Magda descubrió con fascinación compartiendo una gira en coche con sus compañeros sudamericanos.
Frescura, originalidad, talento, visión macro, concepto. Su música es belleza pura y simple, que toma los mejores condimentos de tantísimas cosas buenas que ha dado la historia mundial. Banda Magda es una obra constructiva, son los ladrillos adaptándose al diseño de la casa que resguarda la libertad musical bien entendida.
Todas las características de un sonido rupturista están entre los adjetivos que le caben a las presentaciones de este combinado global. Un verdadero placer para presenciar en vivo, y un grato proyecto al cual seguirle los pasos.