"Cuando lo esencial es visible a los ojos", se llama el informe sobre Políticas públicas de género en los 24 municipios del conurbano que elaboró la Universidad General Sarmiento (UNGS). En el mismo hay un mapeo de organismos municipales que trabajan en cuestiones de género en los 24 distritos que rodean a la capital federal y en donde se concentra alrededor de un tercio de la población del país.

El informe del Instituto del Conurbano de la UNGS indica que "la violencia física contra las mujeres es la punta del iceberg de un sistema de opresión que 'minoriza' al género femenino, y que, como dice la antropóloga feminista Rita Segato, ha estado presente en los modos habituales de relacionamiento entre los sexos desde hace mucho tiempo, como un mecanismo naturalizado, y por lo tanto invisible, de control. En estos últimos años, en particular, la amenaza de represión física pareciera funcionar como resorte último de garantía de sostenimiento de patriarcado".

Revelador informe sobre las políticas contra la violencia de género en el conurbano

El documento, que lleva las firmas de Andrea Rofman, investigadora docente del ICO y directora del Observatorio, y Liliana Puntano, graduada de la UNGS y colaboradora del Observatorio, indica además que según el Observatorio de Políticas de Género del Senado de la Provincia de Buenos Aires, en el año 2017 se registraron 98 víctimas fallecidas a causa de femicidios, de los cuales 72 se perpetraron en 21 partidos del Conurbano Bonaerense. Es decir, los femicidios registrados en el Conurbano equivalen al 73.5% del total provincial. Cifras alarmantes que exigen la acción inmediata de los diferentes gobiernos a través de políticas públicas para la atención de la problemática".

Asimismo, para las investigadoras "no se puede negar que hay un avance significativo en materia de género en la agenda municipal del Conurbano Bonaerense, aunque por ahora solo recortada al problema de la violencia." 

De todos modos, el informe de la UNGS alerta que la violencia "es solo la punta del iceberg, que deja sin tocar las bases de desigualdades que marcan la vida cotidiana de varones y mujeres (economía, trabajo, cuidados, derechos sexuales y reproductivos, participación política, ciencia y tecnología, etc)".

El informe concluye que estas "asimetrías que tienen su origen en el sistema patriarcal y cuya máxima expresión violenta es el femicidio y los crímenes de odio contra las identidades disidentes".