Posse expulsa a los habitantes de una villa hacia otros distritos
El intendente massista de San Isidro, Gustavo Posse, ofrece subsidios a los vecinos del barrio Uspallata para que abandonen el municipio. La discriminación a los más humildes se sustenta con un negocio inmobiliario.
Mediante un proyecto de ordenanza que elevó el intendente del Frente Renovador, Gustavo Posse, el municipio de San Isidro ofrece subsidios de 350 mil pesos a las familias del barrio Uspallata a cambio de que abandonen el lugar y se vayan a vivir a otra parte. El barrio humilde tiene tres décadas de existencia y está situado en la localidad de Beccar.
La intención deliberada de Posse, firme precandidato a gobernador por el massismo, es desterrar a los habitantes más pobres del distrito para, en su lugar, realizar un negocio inmobiliario en uno de los distritos más caros de la provincia de Buenos Aires. La iniciativa levantó fuerte repudio por tratarse de un accionar discriminativo.
Al respecto de la polémica iniciativa, que al parecer no es novedosa en San Isidro, el subsecretario de gestión y articulación del Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Francisco Cafiero, dijo que "la propuesta de Posse de erradicación de vecinos en Beccar es abusiva, irracional y discriminatoria".
"Estamos hablando de una propuesta abusiva irracional y absolutamente arbitraria. Directamente cercena el derecho de libertad de cada persona de elegir el lugar donde vive, es un acto discriminatorio”, expresó Cafiero dijo, en declaraciones a radio Del Plata.
En tanto, una vecina del lugar, Elena Alegre, lamentó “el desprecio con el que se refiere a nosotros” y aclaró que “en el barrio vivimos gente decente, que trabaja, estudia y que construyó su vida hace más de 30 años en Beccar”.
Entrevistado en América 24 este martes, Posse aclaró que no están obligados a irse del municipio sino "pueden vivir en el lugar donde puedan comprar con el dinero del subsidio".
Aunque, el propio hombre del Frente Renovador reconoció que San Isidro "es caro". Por lo que inevitablemente, las familias deberán irse a vivir a otros distritos.
El intendente explicó que desde su municipio "hacemos todo lo que podemos para que los chicos no viva en una villa". En este sentido, Posse agregó que en "San Isidro no hay villas porque actuamos".
Como parte de la defensa de su iniciativa, Posse tomó el lugar de entrevistador durante el diálogo televisivo y con un poco disimulado componente discriminatorio le preguntó a Mauro Viale: "¿Le gustaría que haya una villa en el barrio que usted vive?".
En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), también sumó su enérgico rechazo al proyecto de Posse. "Es insólito y vergonzoso que en la actualidad se apele a una medida expulsiva", dijo Eduardo Reese, especialista en cuestiones de hábitat.
"El destierro es un método que en la Argentina está prohibido desde hace más de 200 años”, afirmó a Infocielo el miembro del CELS.
Pero la erradicación de las villas en San Isidro no sólo parte de un prejuicio contra los humildes: también se nutre de la deliberada intención de generar un negocio inmobiliario.
Posse le explicó a Viale que los 350 mil pesos que pone el Municipio, en realidad los recupera más tarde, cuando los terrenos ya vaciados de familias humildes son subastados para realizar un emprendimiento inmobiliario.
"Cuando el terreno queda libre se llama a subasta pública para que alguien subaste, y así recuperamos el dinero", explicó el intendente massista.