Máximo debilitó el juego de Randazo: reunió a Insaurralde, Magario y otros intendentes para cerrar filas
El diputado del FpV y dirigente de La Cámpora, Máximo Kirchner, se juntó con un numeroso grupo de intendentes del conurbano, entre los que destacan el lomense Martín Insaurralde y la matancera Verónica Magario, referentes del Esmeralda y el Fénix.
A dos meses de la presentación de precandidatos, el PJ vive momentos clave que encausarán el devenir política del movimiento más grande la Provincia.
Un numeroso grupo de intendentes aceptó la invitación de Máximo Kirchner y hubo un cónclave secreto con sede en la casa de otro camporista, Juan Cabandié, en la capital federal. No puede ser una casualidad que la reunión no haya hecho en el conurbano, sino la demostración de que el gestor de aquellos movimientos fue el propio hijo de la ex Presidenta, lo que prueba la voluntad de un gran sector del peronismo bonaerense de ordensarse detrás de la figura de Cristina, sea o no candidata.
Allí estuvieron jefes comunales del Grupo Esmeralda, como Martín Insaurralde (Lomas), así como también del grupo Fénix, como la matancera Verónica Magario. También estuvieron los kirchneristas Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Francisco Durañona (San Antonio de Areco).
La yunta de estos dos espacios es una estocada profunda en las intenciones del Florencio Randazzo. El ex Ministro de Transporte se ilusiona con protagonizar una interna mano a mano con Daniel Scioli, como una suerte de revancha de la que no pudo tener en 2015.
Justamente, parte de la charla giró en torno a lograr un “acuerdo político” de cara a las próximas elecciones, según informó el sitio provincial Infocielo, que permita "contener a las diferencias expresiones" del justicialismo. En todo caso, si hay internas, no tendrán el tinte que en su momento había propuesto Randazzo, cuando salió a acusar al exgobernador bonaerense de ser el "candidato de las corporaciones". La radicalización de su discurso hacia el plano interno terminó por ser un tiro por la culata para sus intenciones, así como para el propio devenir electoral del entonces oficialismo que terminó por perder tanto a nivel nacional como local.
La presencia del referente del grupo Esmeralda, Insaurralde, también fue clave en ese aspecto. Por su peso específico, el lomense podía hacer la diferencia si apostaba por Florencio para la interna del Frente para la Victoria. Pero gradualmente pasó de cuestionar a la ex Presidenta a ser uno de sus defensores y aliados, como lo supo ser en 2013, cuando encabezó la lista de diputados del partido.
Magario, en tanto, es la mano derecha de Fernando Espinoza, el titular del PJ Bonaerense, que también estuvo presente en el encuentro. La intendenta de La Matanza es la cara principal del grupo Fénix.
Además participaron los intendentes Gustavo Menéndez (Merlo), Mario Secco (Ensenada), Leonardo Nardini (Malvinas Argnetinas), Ariel Sujarchuck (Escobar); Walter Festa (Moreno), Juan Pablo de Jesús (La Costa), Pablo Zurro (Pehuajó). Y los diputados de La Cámpora Eduardo “Wado” De Pedro y Andrés Larroque.
Entre los ausentes destacan Gabriel Katopodis (San Martín) y Juan Zavaleta (Hurlingham), dos hombres del Esmeralda que todavía se mantienen más cercanos al exministro del Interior y Transporte. Randazzo también cuenta con el Movimiento Evita del 'Chino' Navarro, como parte de su respaldo.
Con todavía los nombres de los candidatos están lejos de afirmarse, con la excepción de Scioli, la interna también es una incógnita. La duda por estos días será si el peronismo necesita verdaderamente de una interna para conternelos a todos, y si Randazzo podrá sostenerse pese a esta derrota anticipada en el armado.