Conurbano caliente: el nudismo argentino nació en Castelar
El partido del oeste del conurbano albergó la primera asociación de nudistas del país. En los campos de un Castelar poco urbanizado un centenar de personas se paseaba sin ropa.
En 1934, un grupo de practicantes del nudismo fundó en Castelar la Primera Asociación Naturo Desnudista Argentina (PANDA). En su momento de auge, y pese a las críticas y hostigamientos, el grupo llegó a congregar a unos cien nudistas.
La bloguera Graciela Miño publicó que PANDA fue fundada por Francisco Verding, Agustín Puyo y Roberto Ferrer, quienes hacían nudismo de forma individual y vieron la necesidad de formar una comunidad nudista en la zona allá por el temprano año de 1934.
Desde luego, la tarea no fue sencilla porque la asociación despertó repudio desde los sectores conservadores de la sociedad. Al querer crear PANDA se sintieron perseguidos y mal interpretados. Hasta que pudieron contactarse con un nudista que les ofreció su campo y su propiedad para poder hacerlo.
De esta el grupo se reunía a orillas del río Reconquista, a 4 km del Puente Marquez. La noticia no tardó en llegar entre quienes veían con ojos raros la propuesta. Los dueños de los campos cercanos no querían que en sus propiedades se practicase el nudismo.
Cuentan que tampoco tardaron en llegar los curiosos, que venían incluso de lugares lejanos y por cualquier medio. Venían tanto en autos, como en motos o bicicletas y llegaban hasta el lugar para ver qué sucedía en esa extraña colonia. Hasta algunos utilizaban sus aviones para tener una vista diferente.
El objetivo de estos encuentros, según señala Miña, era la práctica de la naturaleza, hacer ejercicios, danzas rítmicas, juegos, descansos y conversaciones. Se juntaban los domingos, ya que en la semana todos tenían otras actividades. Cuando el día terminaba, todos iban a darse un chapuzón al río.
El grupo prohibía que en los encuentros se fume o se beba ingiera alcohol, así como tampoco formar parejas aisladas. Quienes no cumplían con el reglamento podían ser expulsados. El reglamento también establecía que estaban prohibidas las conversaciones sobre política, religión o cualquier tendencia social.
En su momento, el diario LA NACION, publicó una nota sobre la polémica que despertó PANDA. Con una tónica conservadora, aunque en respeto de las libertades individuales, el 18 de diciembre de 1934 el matituno difundió la siguiente foto y un texto que tenía este fragmento:
"Sostendrán los adamitas o nudistas de Castelar que nadie puede privarles de la libertad de poner práctica lo que piensan. Es cierto. Más tampoco se puede privar a los que pasean por aquellos parajes del derecho de hacerlo sin herir sus escrúpulos. En este sentido es irreprochable la interpretación policial. No tenemos por qué molestar a los adamitas a condición de que no molesten. Es lo que olvidaron en Castelar. En adelante ejercerán sus principios en sitios que no sean públicos".