En una escena pocas veces vista, vecinos de Bernal trajeron palas y picos desde sus casas hasta la Plaza del Maestro -ubicada en la manzana que rodean las calles Carabelas, Independencia, Andrade y Deán Funes- y pusieron manos a la obra para rellenar el grotesco pozo que había cavado el Municipio. Tras la poblada, la gestión de Martiniano Molina (Cambiemos) se vio obligada a dar marcha atrás. 

Sin consulta previa, el Municipio dispuso que allí se emplazaría un 'punto verde', el eufemismo de moda que usan los gobiernos cambiemitas para referirse a áreas de reciclaje de basura que, según los vecinos, generan contaminación de la tierra y malos olores.

Además, como se puede ver en las imágenes, la obra del jefe comunal prácticamente transformó un área vital de esparcimiento para los vecinos y los jóvenes que asisten a la Universidad de Quilmes, en una suerte de campo de guerra. 

La Plaza del Maestro antes de la obra de Molina
Misma plaza durante la obra

"No estoy en contra del ‘eco punto’, lo que no se quiere es que lo coloque en una plaza que es un espacio público, trayendo los problemas de olores y suciedad", le dijo una vecina de la zona al medio local CPBNoticias.  Además, temen que el pozo haya afectado las raíces del histórico ombú que desde hace décadas le da sombra al área verde. 

Así se veía el ombú antes de la obra

Según fuentes del municipio consultadas por Diario Registrado, la obra costó alrededor de medio millón de pesos. Está a cargo de la empresa Arco, que tiene la licitación para arreglar unas diez plazas por unos cuatro millones de pesos. 

Molina da marcha atrás con el punto verde por presión de los vecinos

Por la resistencia vecinal, este lunes al mediodía la intendencia organizó una reunión con entidades barriales en la 'Sociedad de Fomento Amigos de Barrio Parque'. En medio de una tensa reunión, donde saltaron otras broncas por la falta de seguridad y obras en la zona, la secretaria de Desarrollo Social, María Ángeles Sotolano, se comprometió a detener la excavación y tapar el pozo de la plaza. 

Sin embargo, cuando a la tarde los vecinos vieron que el pozo seguía abierto, no dudaron en poner manos a la obra y ellos mismos lo taparon. "Agarren la pala", se le suele decir a los gobiernos que no trabajan para cambiar las cosas. En Quilmes la pala la tuvo que agarrar el pueblo. 

"Agarren la pala", se suele leer en las redes sociales como expresión de crítica hacia el oficialismo de turno que no resuelve los problemas. En este caso la expresión tuitera se materializó en la realidad. Pero no fue el municipio, sino los propios vecinos de Bernal los que con sus brazos enterraron la insólita obra para instalar 'un punto verde' en la Plaza del Maestro