Mientras los más futboleros están disfrutando del partido sus parejas también pueden estar disfrutando aunque no gusten del deporte.

Y es que el juguete sexual se activa y sincroniza con los cantos de las hinchadas por lo que cuando más canten los fanáticos el juguete aumenta su intensidad.

Párrafo aparte merecen los “chistes” sexuales de los conductores de Crónica al respecto como si fueran alumnos de una escuela secundaria.