Un robot con sentimientos pero que no sirve para tener sexo
Lo advirtió la empresa que comercializa a Pepper, el autómata capaz de interpretar emociones que es un éxito de ventas en Japón aclaró que tiene sus limitaciones.
El gigante de las telecomunicaciones Softbank incluyó una particular advertencia en las condiciones de uso del robot subrayando que "no puede utilizarse para tener sexo".
Pepper (pimienta) fue lanzado al mercado a Pepper en junio, por un precio de 213.000 yenes (1.740 dólares). "El robot no puede emplearse para realizar acciones molestas, dañinas para otras personas o indecentes, como los actos sexuales", indica uno de los puntos del manual de uso del autómata.
Y advierten sobre las posibles sanciones legales para los usuarios que utilicen a Pepper de forma indebida.
Este androide "con corazón" -según lo definen sus desarrolladores SoftBank Mobile y el fabricante francés de robótica Aldebaran Robotics- tiene una altura de 120 centímetros sobre ruedas con cabeza y articulaciones móviles.
La primera tirada del autómata concebido para uso doméstico, de 1.000 ejemplares, se agotó en sólo un minuto, tras salir a la venta en el país asiático.
El robot es capaz de leer emociones humanas gracias a sus sensores y cámaras, y también puede compartir sus experiencias y aprender nuevas funciones a través de su conexión permanente a la nube.