Neandertales y Homo sapiens: sexo y convivencia
Así lo determinó un estudio científico realizado sobre un maxilar de 40 mil años de antigüedad, hallado en Rumania, que posee el ADN de ambas especies.
La mandíbula fue hallada en 2002 en una cueva de la actual Rumania y tras varios análisis pudo determinarse que existió un cruce entre Homo sapiens y Neandertales.
De esta manera puede suponerse que ambas especies convivieron en Europa por lo menos durante 5.000 años, cruzándose genéticamente en numerosas ocasiones.
La ascendencia Neandertal del portador de hueso analizado se remonta a unas cuatro y seis generaciones en su árbol genealógico.
El equipo de investigación- compuesto por David Reich de Harvard Medical School y Svante Pääbo del Instituto Max Planck de Biología Evolutiva de Leipzig, en Alemania- analizó el maxilar hallado en el yacimiento Pestera cu Oase que data de unos 37 mil a 42 mil años.
“Hay evidencia arqueológica de que los humanos modernos interactuaron con los Neandertales durante el tiempo que vivieron en Europa: cambios en la herramienta para hacer tecnología, los rituales funerarios, y la decoración del cuerpo implican un intercambio cultural entre los grupos. Pero tenemos muy pocos esqueletos de este período”, destacó Reich.
La mandíbula fue hallada junto al cráneo de otro ejemplar. En el mentón del individuo de Oase (la cueva de los huesos) predominaban las características físicas de los humanos modernos, pero con algunos rasgos neandertales.
Cuando Qiaomei Fu, del laboratorio de Pääbo, obtuvo el ADN de los huesos, la mayoría era de microbios que vivían en el suelo donde fue hallado. Mediante un método novedoso se enriqueció la proporción de ADN humano en la muestra, usando sondas genéticas para recuperar fragmentos de ADN que abarcaban cualquiera de 3,7 millones de posiciones en el genoma humano que se consideran útiles en la evaluación de la variación entre las poblaciones.
Cuantas más generaciones han transcurrido desde un antepasado, más fragmentado está el genoma de un individuo. Fue así que evaluaron que habían pasado menos de 200 años –entre 4 y 6 descendientes– desde el último ancestro neandertal del Homo sapiens de Rumania.
“Pudo ser parte de un grupo pionero de humanos modernos que llegó a Europa, pero que más tarde fue reemplazado por otros grupos” sugiere Pääbo.