Tiangong-1, la estación espacial china que estaba fuera de control orbitando nuestro planeta, quedó prácticamente desintegrada tras su reentrada a la Tierra.

El espectacular suceso tuvo lugar en las primeras horas de este lunes, según anunció la Oficina de Vuelos Espaciales Tripulados (CMSEO por sus siglas en inglés). El laboratorio realizó una ruta noreste-sureste sobrevolando zonas de Argentina y Chile, antes de finalmente caer en las profundidades del océano. 

Casi toda la nave se desintegró al entrar a la atmósfera, aunque algunos restos se precipitaron en las frías aguas del Pacífico Sur, según el informe de la Agencia Espacial Nacional de China (CNSA), responsable de la estación. 

La agencia china no ha especificado la zona exacta, pero sí lo ha hecho la Agencia Espacial Europea (ESA) que destacó que la caída fue: “no demasiado lejos de un área desahabitada que es típicamente utilizada para reentradas controladas”.

Según la CNSA, los ingenieros habrían trabajado para conducirla hacia una zona de aguas profundas en el Pacífico Sur conocida como el ‘cementerio de naves espaciales’.

La CNSA lanzó Tiangong-1, su primera estación espacial, en 2011. Se trataba de un laboratorio espacial, de 8,5 toneladas, que fue utilizado para experimentos médicos y para probar tecnologías de cara a la estación espacial habitada que el gigante asiático quiere poner en órbita en 2022. 

Otro laboratorio, Tiangong-2, fue lanzado en septiembre de 2016, mientras  China también sueña con enviar un hombre a la luna y así sumarse a la conquista del espacio.