La humanidad explota los recursos naturales más rápido de lo que debe
Un grupo de ecologistas advirtieron que la humanidad está explotando y gastando los recursos naturales del planeta más rápido de lo que puede producirlos la Tierra, que ya alcanzó un límite peligroso para su sustentabilidad.
Desde la revolución industrial que la humanidad explotó los recursos naturales de la Tierra, sin preocuparse por un posible agotamiento a futuro. A esto hay que sumarle que nos hemos convertido, o mejor dicho, nos han convertido en una sociedad consumista creándonos un deseo que no está en nuestra naturaleza, donde constantemente se pide más y más.
Y ese día tenía que llegar tarde o temprano. El mundo ya alcanzó el 20 de agosto de 2013 el Día del Exceso de la Tierra, ese momento del año en el que la humanidad agotó los recursos que producen el suelo, los bosques y el mar, sobrepasando la capacidad anual que tiene el planeta para compensar el gasto de su producción, incluyendo la absorción del dióxido de carbono. Lo que la Tierra produce en un año nosotros lo gastamos en ocho meses.
El termino que se maneja es el de una "deuda ecológica", un problema que cada vez preocupa más. Ya en 1961 la humanidad hizo uso de cerca de tres cuartas partes de la capacidad natural del planeta para generar alimentos y madera y absorber la contaminación.
Desde la organización Global Footprint Network, que se encarga de calcular diariamente el desgaste que producimos, advierte que "el mundo necesitaría dos mundos y medio para sostenerse". Además, advierte que los países o Gobiernos que ignoran los límites de sus recursos a la hora de tomar decisiones están arriesgando su estabilidad y su sustentabilidad económica a largo plazo.
Los primeros signos de esta desaparición de los recursos naturales, ya sea por la deforestación, la contaminación y la pérdida de la biodiversidad, entre otras causas, se verá cuando el sector agrícola y el pesquero colapsen, viéndose obligados a aumentar el precio de sus productos y llegando a un límite en el que escaseen los recursos para satisfacer las necesidades básicas de la población mundial, lo que provocaría disturbios sociales y guerras, entre otras peores consecuencias.
"Estas crisis ambientales y económicas que estamos viviendo son los síntomas de una inminente catástrofe. La humanidad está usando más de lo que el planeta puede ofrecer", denuncian desde Global Footprint Network.