Cuando uno es pequeño dejar los zapatos con elástico o hebilla y aprender a atarse los cordones es todo un desafío. Incluso hay distintas "técnicas" y formas para hacer los lazos y lograr que se desaten lo menos posible. Sin embargo, ingenieros de la Universidad de California aseguran que no hay forma de que los nudos no se terminen desatando. 

¿Cuál es la explicación? En el último  número de la revista académica Proceedings of the Royal Society puede leerse que el lazo "falla por una interacción compleja entre la deformación del centro del nudo debida al impacto, la oscilación dinámica del movimiento que se produce al andar y las fuerzas de la inercia de los lazos y los extremos libres del nudo".

El texto, cuyo título es "Los papeles del impacto y la inercia en la falla del lazo de los zapatos", fue escrito por Christopher Daily-Diamond, Christine Gregg y Oliver O'Reilly y en el mismo explican que se trata de una convergencia de fuerzas que operan sobre los nudos del calzado. 

The roles of impact and inertia in the failure of a shoelace knot. Proc. R. Soc. A: 20160770;

 "Pero inclusive un lazo de zapatos con un verdadero nudo de rizo termina por fallar, y hay que volver a atarlo", aseguraron los ingenieros. Se trata de una sucesión de movimientos- la pierna que se balancea hacia delante y atrás al caminar y el golpe del calzado al tocar el suelo- que terminan haciendo que el nudo se aplaste, afloje y se desate. 

Al correr el pie choca contra el suelo a una velocidad que representa siete veces la fuerza de gravedad. "Nos sorprendió que la aceleración fuera tan alta", exclamó O'Reilly y destacó: "Es un milagro biomecánico que la columna vertebral y el cuerpo absorban todo ese impacto". 

"Lo interesante es que los cordones se pueden mantener bien por largo rato, y cuando el movimiento causa que el nudo se afloje, comienza un efecto de avalancha que conduce a la falla", observó Gregg.

"Cuando hablamos de estructuras atadas, si se puede comenzar a entender el lazo del zapato, luego se lo puede aplicar a otras cosas, como al ADN o a las microestructuras, que fallan bajo fuerzas dinámicas",indicó Daily-Diamond a Science Daily. Y agregó: "Éste es el primer paso hacia la comprensión de por qué ciertos nudos son mejores que otros, algo que nadie ha hecho en realidad".